“Yo vendo un producto llamado fútbol”, fueron las explosivas palabras de Joao Havelange, que el periodismo intentó elevar a "bomba" desacralizada de revelación. Los 4 mil millones de dólares que rodearon el Mundial de USA 94 lo sentaban en un cetro único. El fútbol no será popular en Estados Unidos, pero ningún acontecimiento reúne una teleplatea de dos billones de personas, como la final jugada en Los Angeles el 17 de julio.
Entre cita y cita, cada cuatro años, la música pasa (anualmente) por la UEFA Champions League, el frustrado Mundial de Equipos del G8.
Los magnates se reúnen en Europa al mando de duales potencias nacionales. París Saint Germain y Monaco son los últimos en llegar a la reunión que frecuentan Real Madrid y Barcelona de España, Milan y Juventus de Italia, Bayern Muncih de Alemania, Manchester City, Manchester United y Chelsea de Inglaterra.
El ruso Dmitry Rybolovlev (top 100 de Forbes desde el golpe de bolsa de 2007), en campaña de expandir sus negocios a Europa, compró el AS Mónaco que hoy pena la lesión de Radamel Falcao convocando a DimitarBerbatov) en 2011. Por entonces, el qatarí Nasser Al-Khelaïfi se convierte en el primer presidente no francés del París Saint Germain (70% de acciones), el mismo que poco después hablara sobre la “imposible” contratación de Leo Messi, entró inyectando 300 millones de euros en jugadores y equipos técnicos.
El resto de los equipos de la Ligue 1, como en España, Alemania e Inglaterra, pelean por un honroso tercer puesto.
Ver al PSG desde entonces, es un placer de Príncipes parisinos: en el 24 de la Rue du Commandant Guilbaud se impone el Parc des Princes. Apuntado desde el racimo Rue du Pavillon, Rue Loyau y Rue Gutenberg que desembocan en la Rue de la Tourelle o, del otro lado, bajando por la Avenida de Parc des Princes desde la Estación Place de la Porte de St. Cloud. La llegada es un loable paseo por el invierno parisino.
Hoy con 7º de temperatura y una persistente llovizna, 45.300 espectadores se reúnen para ver al PSG en su compromiso vs Bordeaux. Ibrahimovic, Cavani, Pastore, Lavezzi, Thiago Silva, Motta bajo la mano de Laurent Blanc (DT), tendrán que resolver el partido sin bajar el promedio de tres goles por juego como local. Sólo seis jugadores son franceses (25%) en una plantilla de 24 nombres aunque todos lleven la misma camiseta del PSG. Bordeaux es compacto. Navega en el top 10 de la tabla pero acaso no recuerda sus aspiraciones.
Desde Buenos Aires, vía ESPN, Walter Vargas (comentarista) eleva el paquete envasado de un refinado producto llamado fútbol. El nivel conceptual y metafórico de Vargas ya valoriza la opción del canal.
PSG resolvió el pleito y sigue su tet a tet con Mónaco, pero sólo pudo abrir el marcador en el minuto 58. Después Alex (´88) cerró cifras 2-0.
"La paciencia es una virtud que a veces puede convertirse en indolencia y volverse negativa…"
"Bordeaux es un frontón, saca y saca…"
"El plan A fue de muerte natural (0-1), veremos si hay un plan B…"
"Bordeaux es un equipo más incómodo que peligroso. O bien, su peligrosidad radica en que es un equipo incómodo. Nada más que eso… y ahora se le notan las debilidades, como si la lluvia (torrencial) lo despintara…"
"El partido fue para el candidato, el puntero, el equipo que tiene las estrellas, el PSG…"
"El PSG lo ha desnudado al Bordeaux…"
"El PSG no hizo lo que quiso, el Bordeaux hizo lo que pudo…"
2-0
“Después de la derrota ante el Montpellier, necesitábamos ganar en casa. El Burdeos vino al Parque de los Príncipes a no perder. Pero supimos ser pacientes y en el segundo tiempo logramos sacar ventaja, quizás porque empezaron a cansarse. Esto nos tranquiliza un poco. En febrero llegan partidos importantes y hay que recuperar bien”, cierra Laurent Blanc (DT) el tercer tiempo.
Llueve en París. Ahora copiosamente. A volver a casa no sin antes, calentar la garganta con un trago al pasar. Mojó Ibrahimovic. Llueve en Buenos Aires.
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