La Liga se lleva la Copa Libertadores a Ecuador.

En una final atípica y de nivel superior, Liga Universitaria de Quito se consagra campeón de América y levanta la Copa Libertadores por primera vez en su historia...

...atípica por el marco, la limpia técnica del juego, la cantidad de goles, el suspenso, la emotividad y el mismo campeón inédito.

...atípica desde el mismo comienzo: Héctor Baldassi – el árbitro argentino designado – se vio obligado a retrasar el inicio del juego por la casi nula visibilidad en el campo a raíz del impresionante festejo previo de un Maracaná rebalsado que maravilló a los televidentes de todo el mundo con sus luces y fuegos de artificio que, entre líneas, vienen a reafirmar la añeja receta escrita de que festejar en la víspera no es aconsejable.

...atípica en el desarrollo: porque Fluminense y Liga Universitaria son equipos hechos para “jugar”. Y esto implica no quitarle tiempo al juego para condimentar la escena con tradicionales vicios de Libertadores como la especulación, la circulación intrascendente, la falsa actuación, la infracción táctica, el tumulto, en fin, el bien conocido menú de artificios (o artimañas) en pos del congelamiento el tiempo, la conservación de ventajas parciales o la necesidad de recuperarlas.

Al exceptuarse de la regla del gol visitante doble a las finales del torneo, Liga llega al Maracaná con un 4-2 que no tiene más traducción que las que pueden dar las puras matemáticas - minimizadas por el ánimo previo de la mitad brasileña flu y veneradas por la otra mitad fla. Aquel gol de Thiago Neves en la altura de Quito que empañara el grito ecuatoriano atenuando el efecto de una goleada irreversible, pareció esfumarse del recuerdo cuando Guerrón guapeó en el borde del área y se la sirvió en bandeja a Bolaños para que abriera el marcador, enmudeciera al Maracaná y volviera la diferencia a 3 goles.

Atípica predisposición. Pocas veces visto: un finalista visitante del Maracaná que llega con doble ventaja y sale a buscar el partido y a presionar en la primera salida del local. Agreguemos a esto que la visita es ecuatoriana y que, a cinco minutos del inicio y a cinco minutos del final - en 120 minutos de juego - llega al gol. No son kamikazes, inconscientes o inmaduros, más bien son simplistas: Liga se dedica a jugar y el juego implica que si existen espacios deben ser tomados.

El gol inicial pudo haber sido un golpe mortal, un quiebre insalvable o un descontrol anímico. Pero Flu también juega. Y en ese juego, bajo el mismo concepto, sigue disociado del resultado parcial acentuando la iniciativa local sin modificar el estilo; jugando: cinco minutos más tarde Thiago Neves pone el empate para volver a empezar. Diez minutos tardó Fluminense en hacer pie dentro del surrealista, lumínico y encandilante Maracaná.

…atípica distracción. En estas instancias un gol devenido de saque lateral: el segundo de Fluminense derivó de una asombrosa desatención defensiva ecuatoriana: un saque lateral – exceptuado de la ley del off side – encuentra a Cicero solo en el flanco izquierdo de su ataque por detrás de cuatro defensores en línea: centro, Thiago Neves, gol.

Dodó por Ygor fue la apuesta de Renato (DT flu) para salir a buscar el gol que faltaba, el 3-1 que forzaría el alargue. Y otra vez Thiago Neves, ahora de tiro libre, encaja a los 67.

…atípica cantidad de goles en una final (sumando ambas tenemos un extraordinario 5-5). Sin embargo, en la última media hora del tiempo reglamentario, ya con resultado de alargue, parecía que Fluminense se devoraba las figuras blancas de su rival, que el marco multitudinario le calzaría memorablemente al suceso, que Edgardo Bauza (DT Liga) volvería a su Rosario Central y que la Liga, envuelta en duros castigos provenientes de las usinas de su archirrival - Barcelona de Quito – volvería silenciosa a su país.

Y así como Bolaños mojó a cinco minutos del inicio, también Bieler lo hizo a cinco del final, en el minuto 115 que encontró una fallida invalidación de Baldassi.

Un gusto fue haber visto semejante partido. Provocado por el juego limpio de especulaciones y triquiñuelas: un juego vistoso, cantidad de goles (triplete incluido), resultado incierto, ataques y contraataques. Atípica final de Libertadores que será recordada por mucho tiempo en nombre del fútbol latinoamericano bien jugado.

El lado oscuro del asunto, si se quiere, podemos encontrarlo en aquellas desinteligencias tácticas y estratégicas a la hora de mantener un resultado, retener la pelota, abroquelarse, concentrarse defensivamente o definir con precisión (los goles errados por Manzo y Washington). Un excesivo traslado de la pelota y ciertos modos displicentes, acaso abuso de confianza en la técnica de estos actores, también aparecieron como gestos atípicos en una final.

…atípica en el resultado (definida por penales), porque cualquier resultado daba un campeón inédito; y fue la Liga.

Edgardo Bauza (entrenador), José Daniel Di Leo (asistente técnico), Bruno Militano (preparador físico), Damián Manzo (volante), Claudio Bieler (delantero) y Norberto Araujo (defensor) le ponen un tinte argentino a esta conquista histórica.

NOTA PUBLICADA EN FUTBOL TOTAL

LLAVE DE LA FASE FINAL
ASI JUGÓ LA LIGA
ESTADISTICAS DEL PARTIDO

BLOGS RELACIONADOS:
LIGA DE LAS ESTRELLAS (T. MOTIVADOS)
LIGA DUEÑO DE AMERICA (VALE CHUMBAR)
LA COPA A ECUADOR (GAMBETAS)