18 de mayo de 2010

Pelada.


18.05.2010 - Calígula - "Pelada" es un documental hecho por Luke Boughen y Gwendolyn Oxenham, dos notables jugadores del fútbol universitario europeo que defienden el color azul de la Universidad de Notre Dame, que se decidieron a captar algo más que la imagen del fútbol callejero del mundo pasando por entre presos en Bolivia, cerveceros a la luz de la luna de Kenia, el estilo libre en China, las mujeres que juegan en hijab en Irán, la Villa 31 de Buenos Aires (Argentina), entre otros, bien lejos de los estadios profesionales y sus buenas luces, del otro lado del fútbol (sobre cemento, calles y tierra) para hacer  una historia de la gente que juega o una ventana a las vidas del mundo.

"Fútbol pick-up" en Estados Unidos, "taking a sweat" (tomar un sudor) en Trinidad, "having a kick-about" en Inglaterra, “Pelada” (desnuda) en Brasil.



Y es muy interesante, además de la película en sí, la visión que se llevaron Luke y Gwendolyn de Argentina: 

"Estamos caminando por la acera, desmotivados, de mal humor y dispuestos a exponer al país gigante que se supone un demonio fútbol como un mínimo del país pick-up orientado en América del Sur. 

Luego vemos un grupo de hombres vestidos con canilleras y botines dando todas las señales de haber jugado recientemente un partido de fútbol. Rebeca pregunta, ¿Dónde está la cancha? Y tirando hacia atrás sus pulgares dicen Ahí. Estamos en la dirección de sus pulgares y vemos sólo un restaurante. Esperamos y vemos la tribuna escondida detrás de las tablas.

En lugar de pistas de baile, los restaurantes de Buenos Aires cuentan con canchas futbol (a excepción de los restaurantes de tango, que tienen ambos). Hay clubes en toda la ciudad y paseamos por ellos. En el Club Eros, la tribuna es un tablero de ajedrez y las mesas frente a ella llevan manteles blancos y verdes, con velas y bife de chorizo.

A diferencia de Brasil, donde juegas por tu derecho a permanecer en la cancha, en la Argentina necesitas cien pesos para alquilar por una hora. Lucas y Gwendolyn quedan horrorizados, ¿100 pesos? ¿Para nosotros dos? No, no, nos dicen, necesitas ocho amigos más. Nosotros no tenemos ocho amigos, tenemos dos, y ambos están detrás de la cámara esoerando que algo suceda.

Cuando Gwendolyn pide participar en un juego que siguió, un grupo de chicos le dice, Lo siento, estamos completos. El no sabe si esto es debido a que asumió que estaría mal, en cuyo caso se los odia- o porque no quieren renunciar a cualquier tiempo de juego, en cuyo caso se las respeta. 

Una y otra vez, Luke y Gwendolyn no pueden entrar en los juegos. Bien, ¿dónde podemos encontrar juegos entonces? pregunta, molesto. Seguramente hay algún lugar donde usted no tiene que pagar. (Y los lugares donde no es un requisito previo tener amigos.)



El pozo del futbol real que ocurre en las villas. Pero usted no puede entrar en las villas.

Entramos en las villas. Se siente como las favelas en Brasil, pero esta vez, sabemos que nadie en el interior. No son tan organizados y no existe un grupo sin fines de lucro que cuente con correo electrónico. Sabemos que no es una decisión inteligente, pero queremos futbol, futbol real. 

Montamos el subte azul a la última parada y no se necesita mucho. Nos dicen que la Villa 31 es muy peligrosa pero nos indican por donde ir. 

Caminamos por las vías del tren en el barrio de chozas que se encuentra directamente debajo de una autopista. Es domingo y es el campeonato de barrio, así que la mayoría de la Villa 31 se amontonaba en torno a la calle principal de la villa que se duplica como un campo. Ahí está el olor de la barbacoa (parrilla), un hombre que vendía un loro que está tirando de sus botones, los niños jugando con estéreos-que se siente agradable, vemos futbol y hacemos un amigo que nos dice que podemos jugar con él al día siguiente.

Volvemos al día siguiente, sintiéndonos un poco más seguros. 

Si bien estamos filmando bajo la mirada de Gwendolyn, un policía nos detiene, nos advierte, y luego dice, ¨ Es tu vida, no la mía. ¨ Otro policía nos dice que nos vayamos. Gwendolyn todavía dice que es seguro. Un tercer policía le dice a Luke, que en la última semana vinieron dos canales de TV y robaron sus cámaras, golpeándolos. Esperamos que sea sólo el policía que nos dice mentiras para espantarnos. Pero el hecho es confirmado una hora más tarde: la hermana de uno de los muchachos que jugaban nos llama, ¨ Ellos te van a robar. ¨ Pero hemos hecho amigos con los chicos que jugaban en su presencia y esperamos sería suficiente”. Filmamos y luego nos largamos de allí, todavía con las cabezas puestas.

Mientras que en Buenos Aires, Gwendolyn también decide que quiere jugar con Maradona, Luke, el único obligado a su sentido del humor, le acompaña en su búsqueda. Después de haber leído en un artículo de 2006 en The Guardian que Soul Café es su bar favorito y Eh Santino es su restaurante favorito,  van a buscarlo a los más lujosos de la ciudad, diciendo: ¨disculpe, ¿usted no se sabe dónde está Maradona?, es una misión de éxito.

Por último, tomamos un autobús nocturno a la región vinícola de Mendoza. En el viaje, estamos offerred jerez, un aperitivo, dos copas de vino, cena, postre y una copa de whisky o Tía María. Totalmente confundido, pulsamos un botón que convierte nuestras sillas en cama y a dormir.
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3 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

He visto pasar mucha gente por el bar$a, y de los pocos coherentes, el ETO. Sigue enviando dinero a su barrio. Tiene una fundación y ayuda a los suyos. La pena del que viene por aqui es que enseguida los hacen ricos y los necesitan para sus campañas de la tarjeta visa los políticos. Muy pocos existen que no caugan subyugados por tanta idiotez...A Messi, dentro de nada le darán el carnet de catalan del año. (jajajajaja, ya me está entrando el flato)...ya sabe decir visca Catalunya....¡¡¡que penoso ¡¡¡...

Tony Blas dijo...

Atrás de cada restaurante una cancha?

Cuanto sale la do Rodizio?

WILDE dijo...

Excelentes imagenes en Bolivia. Un poco clasista el pibe pero buen laburo.