Londres 2012: millonarios en la Villa Olímpica

01.08.2012 - Contábamos que las olimpíadas cambian la cara de Londres que, por estos (19) días, se arrima a Mónaco o Saint Tropez (?) con distinto cielo (gris) pero el mismo tipo y lujo de yates que surcan el Támesis.

Los muelles que delimitan el históricamente marginal East End londinense y los rascacielos de Canary Wharf, la segunda 'City' de Londres, a corta distancia del parque olímpico, dispararon sus precios de alquiler hasta los € 11.000 diarios.

Marco de fiestas glamorosas y negocios multiplicadores los barcos de (por ejemplo) Paul Allen (cofundador de Microsoft), Roman Abramovich y Frank Lowy quedan allí amarrados para que sus dueños se confundan (a pie) con celebrities como Brad Pitt (y Angelina Jolie), George Clooney (y Stacy Keibler) o Michael Douglas (y Catherine Zeta-Jones).

Paul Allen, que ocupa el puesto 48 de la lista de ricos de Forbes con una fortuna de € 11.500 millones amarra su bote de €160 millones que era el más grande del mundo cuando fue presentado en sociedad en 2003 (ahora es el número 12); suficiente para una tripulación de 57 personas, dos submarinos (uno a control remoto), dos helicópteros, una cancha de basquet, una piscina convertible en una pista de baile y un estudio de grabación de música.

El gomón del ruso Roman Abramovich (Eclipse) es el (yate) de mayor dimensión del mundo con 557 pies de largo (€800 millones) y cuenta con un sistema de defensa de misiles y ventanas a prueba de balas que conviven con dos helicópteros, dos piscinas, 30 camarotes, una discoteca y un minisubmarino.

Y más modesto, también ahí descansa el yate Ilona (€100 millones), del isaraelita Frank Lowy que compensa su inferioridad competitiva sobre las aguas del Támesis con el centro comercial Westfield, 'anclado' a las puertas de la Villa Olímpica. Él es el dueño de la cadena del criticado 'mall' convertido en un inconveniente anzuelo para los asistentes a las competiciones deportivas y los atletas hospedados en la Villa Olímpica por ser el acceso obligado al recinto.

Estos yates, a metros de la Villa Olímpica, representan (por estos días) el patio de recreo de empresarios, 'celebrities' y millonarios sin oficio reconocido; marco ideal para eludir paparazzis y visitantes que atestan las calles londinenses.

Estimado lector, si algún aura de envidia se acerca al leer estas líneas, debes saber que tienes la libertad de navegar el Támesis olímpico en yate por estos días. Sólo que además de la libertad debes contar con €200.000 par alquilarlo por una semana.

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