Al poco querido Fernando Niembro le está sonando el teléfono. Las denuncias por fraude a poco de las próximas elecciones que lo tienen como candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires no le cayeron bien a Mauricio Macri, ex presidente de Boca Juniors y candidato presidencial como jefe del partido PRO.
La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) denunció penalmente por lavado de dinero a Fernando Niembro y a su ex socio en La Usina Producciones, Atilio Meza, también candidato del macrismo.
La denuncia, alcanzó también al jefe de gabinete porteño electo, Horacio Rodríguez Larreta (PRO), a las ministras porteñas de Desarrollo Social y Salud, Carolina Stanley y Gabriela Reybaud y al secretario de Comunicación Social, Pablo Facundo Gaytan y pide investigar si se perpetraron los delitos de defraudación a la administración pública, violación de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad.
La presentación de Procelac dice que las "164 contrataciones adjudicadas por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a favor de 'La Usina Producciones S.R.L.' por un monto total de $19.473.878,30 nunca fueron otorgadas a través del mecanismo de licitación pública", que "para perfeccionar esta operatoria, se habrían invocado forzosamente razones de 'urgencia', dejando así habilitados los mecanismos previstos para la contratación directa" y que Fernando Niembro y Atilio Meza "podrían haber incurrido en el delito de lavado de activos". Por esta razón se solicitó que la causa que se tramita ante el juzgado nacional en lo criminal de instrucción número 23 sea remitida a la justicia federal.
Procelac considera que ambos socios fueron "beneficiarios de esos contratos gracias al decreto 556/2010 que ordena que las operaciones impostergables que aseguren servicios esenciales deban llevarse adelante a través de contrataciones directas y así evitar los procedimientos establecidos por la ley 2095 de la ciudad", y destacaron que la realización de encuestas o el reparto de folletería "no pareciera" estar encuadrado en ese régimen excepcional que se "transformó en una suerte de regla inalterable".
La Usina Producciones, compañía fundada hace tres años (2012), propiedad de Niembro y de Alberto Meza, se convirtió en un importante proveedor de servicios del Estado porteño en los más diversos rubros, que van desde repartir volantes en la vía pública y auditorías de ambiente y espacio público, hasta la realización de encuestas de satisfacción por el servicio de recolección de basura y recibió desde entonces 21 millones de pesos en concepto de “pauta publicitaria” para sus programas y de otros servicios prestados al gobierno de la Ciudad.
“Hace un año y medio que me fui de la productora, algo que consta en mi declaración jurada ante la AFIP, eso era un trabajo privado como cualquier otro”, dijo Niembro como toda explicación, a la vez que despegó a su ex mujer, Mirta Brizuela, de la denuncia periodística que detallaba que a través de su ONG “Fundación para el Bienestar Social de la Gente” había recibido 2,5 millones de pesos de parte del gobierno porteño: “Tiene un comedor en La Boca desde hace 35 años”, dijo.
Los contratos fueron ocultados y no figuran en el Boletín Oficial, como tampoco hay registros de las remuneraciones por más de $ 800 mil que recibió uno de los hijos del comentarista Niembro o los más de $ 7,6 millones cobrados por su socio Atilio Meza en La Usina Producciones.
En mayo del 2012 el capital social de la empresa era de 10.000 pesos dividido en partes iguales entre Niembro y su socio, Alberto Meza. Su primer contrato lo obtuvo a pocos días de crearse la sociedad, lo que induce que fue creada exclusivamente para facturarle al gobierno de Mauricio Macri.
Según se desprende de su acta constitutiva, la empresa creada por Niembro tiene como objeto social “la realización y producción de actividades periodísticas y publicitarias” en diferentes formatos, lo que entra en contradicción con el servicio de “encuestas” que brindó a la Ciudad de Buenos Aires.
El total facturado en los tres años desde su creación por el servicio de “Encuestas” - que la empresa no estaría habilitada a realizar por no ser parte de su objeto social - asciende a 7.038.490 millones de pesos.
Dicho monto resulta de la suma de los contratos que figuran en la grilla de más de 170 contrataciones bajo los ítems de “Encuestas”, así como también los de “1) Auditorías, 2) Contratos Basura; 3) Servicios de instalación y puesta en funcionamiento de planta para tratamiento de efluentes y 4) Servicios de higiene urbana” que se presume estarían relacionados con la realización de sondeos.
De este modo, queda expuesta una doble irregularidad en cuanto a que la empresa de Niembro no podía ofrecer un servicio (el de encuestas) por estar por fuera de su objeto social, a la vez de que el GCBA no podía contratar a una empresa un servicio que dicha empresa no tenía capacidad de prestar en forma legal.
Asimismo, es llamativo que en su primer año de vida la administración macrista haya pagado medio millón de pesos a una empresa sin experiencia y más aún el que la cifra se multiplique por 20 ascendiendo a 9 millones de pesos en tan solo un año.
No es nuevo. Fernando Niembro es coherente con su historia. Hijo de Paulino Niembro, sindicalista de la UOM y presidente de Nueva Chicago (1971-1975), quien formó parte representando a la AFA en la comisión fundada por el Ministerio de Bienestar Social comandado por López Rega para la organización del Mundial 78, junto al comisario Domingo Tessone (luego presidente de Argentinos Júniors), Lorenzo Miguel y al vicealmirante Carlos Lacoste (presidente de facto entre el 11 y el 22 de diciembre de 1981).
Egresado de la Escuela del Círculo de Periodistas Deportivos, comenzó su carrera en el Diario La Nación. Pocos años después se asoció con el relator Lázaro Silberman (Marcelo Araujo), para fundar la Escuela Superior de Ciencias Deportivas, de donde surgieron periodistas deportivos de renombre como Germán Paoloski, Martín Liberman y Walter Queijeiro. Sin embargo, a comienzos de 2014 y con 160 alumnos inscriptos y con la matrícula paga, la escuela decidió cerrar sus puertas.
Para entonces ya llevaba años de contactos políticos. En la misma línea de su padre, Fernando Niembro debutó como secretario de Prensa y Difusión y vocero del ex presidente Carlos Saúl Menem (decreto del Boletín Oficial n° 26813 del 23 de enero de 1990). Pero al cabo de pocos meses debió abandonar el puesto cuando se descubrió que la publicidad del canal público (ATC) pasaba por una empresa de la que también era socio accionario, en una situación similar a la que hoy le toca vivir con los sospechosos contratos de su productora con el gobierno PRO (respecto a la pauta publicitaria, cerca del comentarista califican como “un método habitual” el armado de una productora para cobrar pauta).
Siempre en la misma línea política, y aunque asegura que su relación comercial con el gobierno porteño se limitó a los servicios facturados por La Usina Producciones, el vínculo económico de Niembro con el macrismo no empezó con la publicidad, sino con el negocio de la educación para los empleados públicos de la Ciudad. Esa es la tarea que asumió su Escuela de Ciencias Deportivas, cuando firmó una serie de convenios de capacitación con el Instituto Superior de la Carrera Administrativa (ISC), un ente público creado por ley en 2007, e implementado desde 2008 por el jefe de Gobierno Mauricio Macri apenas comenzó su primer mandato. La Escuela Superior de Ciencias Deportivas SRL brindó a los empleados capitalinos cursos de “Cronista General para Informáticos”, “Redacción Periodística”, “Producción de Medios Audiovisuales” y “Ofimática” a cambio de 400.000 pesos.
Además, según difundió el diario Tiempo Argentino, la escuela le facturó al GCBA 50.000 pesos en cursos durante 2012, otros 451.500 en 2013, y, lo más insólito, es que llevó a sus arcas más de medio millón en 2014 y 376.000 más en 2015, pese a contar con la enorme desventaja de haber cerrado en enero del año pasado.
Sin despegarse de su ideario político, sus contactos responden a distintos entes pero a una unívoca idea política. Para ejercer su defensa de la acusación por administración fraudulenta tras la denuncia penal, Niembro eligió los servicios del Estudio Anzorreguy, titular de la SIDE durante el menemismo.
Fundado por Hugo Anzorreguy y su hermano Jorge, uno de los principales operadores judiciales en los noventa, el reputado buffette ahora está encabezado por el linaje de Jorge que junto a su hijo homónimo, entre otros casos resonantes del momento, defiende a Hugo Jinkis en el tramo local del FifaGate y supo defender hace algunos años a la titular del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, ante la sospecha de la apropiación ilegal de sus hijos.
1 comentario:
eso es el PRO, una mafia
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