Tévez en Manchester.

Uno de los picos de rating que tuvo el programa de Susana Giménez hace algún tiempo fue durante una noche en que tuvo como principal invitado a Carlos Tévez. Se la vio a la señora leyendo – sin disimulo – las preguntas de un papel y a un Carlitos sonriente acompañado de su esposa y su hija que correteaba por el estudio mientras la conductora enunciaba las marcas de ropa de lujo que la chiquita llevaba puesta. Era que Carlitos salvó al West Ham del descenso y era contratado por el Manchester United, el club más cotizado del mundo, para empezar a llevarse unas £ 80.000 semanales. Y el dulce de leche, el asado, la cumbia, Fuerte Apache, el idioma, el traductor que me persigue a todos lados, la sonrisa, la risa y el brío de un elefante en el bazar de un mendigo que se hizo millonario.

Y Carlitos llegó a Prestbury, la zona residencial más glamorosa de Manchester, donde también Rooney, Ronaldo y O´Shea, donde nada menos de medio millón de libras, donde alterna golf, Alderley Edge y Prestbury village, donde nadie lo ve en los bares o en la calle o dando notas.
¿Le hacía falta Tévez al Manchester United?
Si cuando lo mencionaron por primera vez, recién vendido el gringo Heinze, salieron las voces críticas a decir que ya estaba Rooney o que querían un tipo alto y contundente, un Fernando Torres, un Dimitri Berbatov. Si está en el banco de suplentes. ¿Hacía falta?
La acción del Manchester United, desde que salió a bolsa en 1992 hasta 2005, cuando Malcolm Glazer lo sacó del panel, se multiplicó por siete. Es lógico que baje el valor de la acción de clubes que no campeonan (Lazio, Roma, Juventus y tantos otros), sin embargo las acciones del Manchester United siguieron en alza pese a que Ferguson no lograba títulos (desde 2003): giras y compra de jugadores extranjeros que con un público menor de 25 años (el 50% del mundo) captan hinchas, fanáticos o consumidores en todas las latitudes donde llega la televisión cuyos derechos en la Premier aumentaron unos u$s 600.000.000 respecto de la temporada anterior y sigue en alza a partir del acuerdo por retransmisión en el período 2007-2010.
El Manchester United es el club mejor valuado del mundo: 1453 millones de dólares. Abramovich (Chelsea) le hizo sombra en la hegemonía pero su desarrollo comercial y marketinero atrajo a Malcolm Glazer como principal accionista. Entonces, los 31 jugadores que componen su plantilla provienen de 14 países diferentes (coreano y chino incluidos) y los rubros de marketing y sponsorización relegan al fútbol. El sponsor técnico (Nike) deja en Old Trafford unos u$s 569.000.000 por trece años y la sigla AIG que se lee en la casaca roja representa unos u$s 26.000.000 por cuatro temporadas y las camisetas, las gorras, las vinchas, las banderas, los prendedores, las figuritas, la play y los suvenires. Esta política sin fronteras llevó al Manchester (junto al Real Madrid) a ser el único club del mundo que superó en ganancias anuales, la barrera de los € 300.000.000. Y Carlitos, con el “orgullo de pertenecer” acaso juegue menos fútbol que golf.
¿Le hace falta el Manchester United a Tévez?

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