Tenochtitlán, la capital del imperio azteca se prepara para un gran acontecimiento. El Emperador Moctezuma II ha decidido homenajear a Hernán Cortés y al grupo de aventureros que lo acompañan. Asombrados por las ropas, armas y caballería de los españoles e ignorante de sus verdaderas intenciones, Moctezuma II organiza una gran fiesta popular con sus mejores comidas y al final una sorpresa para los futuros conquistadores: un juego consistente en dos equipos intentando introducir una bola maciza de aproximadamente 12 centímetros de diámetro en el interior de un agujero trabajado en la piedra. La bola podía empujarse con hombros, brazos, muslos, caderas y otras partes del cuerpo que no incluían a las manos y los pies: el pok-ta-pok.
Lo que realmente asombró a los conquistadores fue que la bola rebotaba sobre el duro piso de piedra que constituía el campo de juego. Cuando preguntaron con que material estaba hecha la bola, los aztecas contestaron que la misma se hacía con “lagrimas del árbol que llora”. Cuando una pregunta similar se le hizo a los mayas respecto al material con que impermeabilizaban ropas, calzados y vasijas, ellos contestaron cautchuc (impermeable). Los españoles lo modificaron a su actual denominación: caucho.
Durante los siglos XVI y XVII, los españoles enviaron a la metrópoli varios embarques de caucho para intentar reproducir los productos impermeabilizados que los indígenas utilizaban en su vida diaria. Todos los intentos fracasaron y las bolas elásticas sólo fueron objetos exóticos que se exhibían durante las veladas sociales. En 1736, la Academia de Ciencias de París envía a Charles de La Condamine en una expedición geográfica por América del Sur. El científico francés embarca a París un cargamento con rollos de caucho y una descripción de las propiedades del mismo donde incluye: “cuando está fresco se le puede dar cualquier forma, es impenetrable a la lluvia y la propiedad más notable es su elasticidad”.
El primer uso práctico del caucho consistió en frotar las marcas hechas con lápices sobre el papel y así borrarlas. Esta aplicación, sugerida por un descendiente del navegante portugués Magallanes, fue popularizada por el químico británico Joseph Priestley (el descubridor del oxígeno) en 1770. La goma de borrar era vendida como India Rubber y de aquí proviene el término que denomina al caucho en el idioma inglés (to rub ~ frotar). Completamente diferente es el término usado en el idioma portugués –borracha– originado en la primera aplicación que los marineros portugueses le dieron al caucho, cuando fue utilizado para reemplazar a las vasijas de cuero en las que transportaban vino durante sus viajes de ultramar.
En unos capítulos, la recorrida de 500 años por los balones del fútbol. Gracias a P. Safier
4 comentarios:
Que grande la redonda, que seria sin ella!
Jaja justo estoy estudiando para una prueba de futbol que tengo, y bueno, en la epoca del 1870 la pelota era muy muy cara, y no se podia perder!
Por eso nace la gambeta, el pase corto, etc... claro, supuestamente...
Saludos
Devo
Y el mismo Varallo decía sobre el coraje para cabecear lo que cabeceaba.
Y los chinos y las vejigas?
Mirá vos el bueno de Cortés!!!!
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