San Lorenzo 2 Tigre 1: TAPA Nº 72

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No quedan dudas de que vimos la continuación del Apertura 08 que, como los últimos torneos argentinos, mostró en formato comprimido, los caracteres actuales del fútbol argentino.
En un campo de juego de pésimas condiciones (Vélez Sársfield) que propicia el roce, la imprecisión, la lesión y la jugada sucia pudimos ver, a su pesar, un buen primer tiempo.
Porque San Lorenzo, sabiendo que el sorteo lo perjudica y que Tigre es un equipo hecho para no perder, salió a copar el campo contrario desde el arranque.
Primero salió a reconfirmar la levantada de las últimas fechas; después de corroborar cierta solidez buscó ganar y después de ganarlo buscó definirlo en la diferencia de gol.
Entonces San Lorenzo asfixió literalmente a Tigre: Ledesma, Barrientos, Solari y Bergessio bien despiertos recuperaron pelotas atípicas en ataque y desde allí se abrieron los goles (que debieron ser más de dos).
La tranquilidad en combo con la claridad que pone Solari, el juego que pone Ledesma, el momento de Barrientos y la sangre de Bergessio desnivelaron de manera rotunda, incluso ante el fallido arbitraje de Saúl Laverni (dos claros penales no sancionados a favor de San Lorenzo).
Pero como esto es el actual fútbol argentino sabremos que este capítulo del fútbol agresivo y bien jugado puede ser breve. Antes de ver butacas lanzadas al campo de juego y un árbitro rodeado de policías, un estadio semivacío siguió las alternativas de un pobre segundo tiempo:
Las piernas azulgranas regularon, la toma de terreno se niveló, el juego rústico de Tigre salió a escena y San Lorenzo bajó la cortina. Lázaro (que entró por el ausente Morel) encontró un cabezazo y descontó (´75).
San Lorenzo sufrió y seguirá sufriendo.
Porque a las notorias desventajas que le presentó la organización del triangular suma el notorio perjuicio del arbitraje y la grave debilitación de Tigre para enfrentar a Boca en el presunto tercer partido definitorio (en caso de que Boca y San Lorenzo empaten, Tigre se presenta diezmado y sin posibilidades ante Boca).
Con todo, San Lorenzo sumó los puntos que necesita para atenuar el cansancio con motivación, dejando muy en claro que la enorme diferencia con Tigre radica en la jerarquía de sus jugadores.