FIFA - ONU: Cortocircuito.

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Una especialista de la ONU en materia de vivienda acusó al COI (Comité Olímpico Internacional) y a la FIFA de ser partícipes activos del desalojo de miles de habitantes en tiempos que se organizan este tipo de espectáculos deportivos.

Raquel Rolnik, relatora especial de la ONU sobre condiciones de vivienda, consideró en su informe presentado al Consejo de Derechos Humanos que lo único que se promueve es "embellecer" las ciudades sedes de estos eventos, sin importarles el bienestar de los ciudadanos residentes en los sitios seleccionados. Además entre los efectos negativos, Rolnik indicó la escalada de precios de alquiler y venta y la reducción de disponibilidad de viviendas sociales, impactando especialmente a los grupos vulnerables.

"La situación de las personas sin hogar también se deteriora en el contexto de los megaeventos poco antes de que estos arranquen, las autoridades locales adoptan medidas para quitar de las zonas expuestas a los visitantes a los vagabundos y personas sin hogar a vendedores ambulantes o trabajadores del sexo", agregó el informe.

También pidió especialmente a la FIFA que "se abra, que sea más transparente en estos asuntos", haciendo clara referencia al desalojo de 20.000 personas de las villas miserias de Joe Slovo en Ciudad del Cabo, con el propósito de construir casas de alquiler para la próxima Copa del Mundo. 

Desde 2005, Rolnik le exige mediante notas a la máxima entidad del fútbol que articule políticas eficientes con el fin de evitar estos atropellos hacia una porción de la población. No obstante, jamás recibió respuestas por parte de la FIFA.

Otro caso similar resultó la expulsión forzosa de 400 personas en Londres, para la conformación de un parque olímpico, obra para los venideros Juegos Olímpicos de 2012. Sin embargo, el COI (Comité Olímpico Internacional) se comprometió a tomar en cuenta las características de vivienda en la organización de los Juegos en Brasil 2016.

Esta problemática viene de larga data. La relatora de ONU expresó que "el desplazamiento y las expulsiones forzosas son hechos comunes en los preparativos para los grandes acontecimientos" y entre los ejemplos cita que en Barcelona "200 familias fueron expulsadas para dejar sitio a la construcción de nuevas carreteras de circunvalación de cara a los JJOO de 1992". En Seúl, añade, "el 15 por ciento de la población fue expulsada por la fuerza y 48.000 edificios fueron demolidos en preparación de los JJOO de 1988".