Adiós Brazenas.

15.11.2010 - Calígula - Debutó el 11 de abril de 1999 en Estudiantes 1 Rosario Central 1, por el Torneo Clausura 1999. Su último partido fue la (inolvidable) final Vélez 1 Huracán 0 del Clausura 2009, el 5 de julio. Gabriel Brazenas se desvinculó de AFA.

Después de aquella final, Gabriel Brazenas fue separado del arbitraje durante el siguiente torneo (Apertura 2009). Entonces cosechó las más lapidarias frases que un árbitro argentino no logró en décadas.

Lacónico, Jorge Romo (director del Colegio de Árbitros), sólo dijo que Brazenas "no jugó bien" y Javier Castrilli observó que "estuvo a 24 metros en la jugada del gol de Vélez (...)”.

Pero azuzadas por las movilizaciones de la gente de Huracán y la inoportuna autocrítica ("Me equivoqué en las dos jugadas”), llegaron otras y peores condenas.

“Brazenas le sirvió a Vélez el campeonato en bandeja” tiró Ángel Cappa (con todo lo que la frase pudiera implicar). "Brazenas cometió un error grosero de un árbitro que no está en condiciones de dirigir un partido de esta envergadura", sentenció Babington (presidente de Huracán). “Brazenas es un corrupto y ladrón”, dijo René Houseman metiéndose en la competencia que daba más puntos de amor a Huracán según la dureza con la que podía referirse al árbitro.

Mientras los hinchas de Huracán tomaban las puertas de AFA a puro banderazo, publicaban los datos personales de Brazenas (domicilio y teléfono) en la web y un par de abogados buscaban darle forma a la figura de “mala praxis arbitral”.

Brazenas, siempre dando la cara, explicaba que “Por la trascendencia del partido son los errores más importantes de mi carrera. Por la calidad del partido, es indudable que es así” y que no dejaba de ser injusta su crucifixión profesional: “Los jugadores tienen derecho a equivocarse y los árbitros, cuando lo hacen, son corruptos. No es así.”

"En la vida no miro para atrás. Cada uno sabe lo que hizo, hace y hará, y uno cosecha lo que siembra. No soy quién para dar juicio de valor sobre si se manejó bien, mal o regular mi situación luego de aquel partido."

"Luego de aquel largo parate de dos años y pico producto de una operación importante (2005-2007), y cuando muchos me daban por muerto, volví. Por ahí a alguien le molestó que haya vuelto."

Luego de terminado el Apertura 2009, Brazenas se presentó tres veces a las pruebas físicas para volver a dirigir, después de superar una tendinitis de isquiotibial. Pero las dio mal una y otra vez. Una tirada de seis piques de 40 metros en 6 segundos y 20 repeticiones de 150 metros en 30 segundos (con un tiempo establecido de recuperación en 40 segundos) no fueron superadas por el hombre estigmatizado.

"No es fácil ser árbitro en este país. La sociedad argentina siempre pone las excusas afuera y nunca vemos para adentro. Es normal que el argentino esté siempre disconforme por todo. Pegarle al referí es lo más fácil y no existe el árbitro que se vaya ovacionado de una cancha. Aquel que comienza a dirigir esperando ser aplaudido se tiene que ir mañana..."

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