29.11.2011 - "Creo que sólo los hinchas de Racing nos dimos cuenta que fuimos campeones en ese país de represión, corralito, y presidentes fugaces", nos dice Alejandro Wall (periodista), autor de "Academia Carajo", el libro que Editorial Planeta sacará a la venta en el inminente diciembre (2011) y cuyo subtítulo "Pasión, Locura y Secretos del Título 2001", trae auras de imperdible.
El libro recorre los pormenores del histórico título logrado por Racing (2001) después de 35 años de sequía en los que sus hinchas soportaron todo tipo de "descansos" renovables anualmente.
"Esperamos treinta y cinco años para tener un título y esa fue nuestra forma racinguista de ser campeones", replica el autor.
"Esperamos treinta y cinco años para tener un título y esa fue nuestra forma racinguista de ser campeones", replica el autor.
Alejandro Wall nos cuenta sobre esta (original) obra que promete desde su portada:
Podemos ver “Academia Carajo” como un acto de justicia para Racing, cuyo esperado festejo (35 años) llegó empañado por las circunstancias de un país quebrado pero también, el hecho tratado en libro nos hace caer en la cuenta de cierta perspectiva histórica (10 años) que amenaza con seguir su extensión. Hoy, a la luz de “otro país”, ¿podemos tomarlo como una reivindicación del festejo?
Es una buena lectura. Sí, hay algo de reivindicación de ese festejo. A la distancia, y es algo que aparece en el libro, creo que sólo los hinchas de Racing nos dimos cuenta que fuimos campeones en ese país de represión, corralito, y presidentes fugaces. De algún modo, fue nuestro castigo. Esperamos treinta y cinco años para tener un título y esa fue nuestra forma racinguista de ser campeones. El libro reivindica el festejo diez años después. Los militantes que aparecen en la crónica, también: tipos que padecían la crisis, que luchaban en la calle, conscientes de lo que ocurrían, pero que querían ver a Racing campeón. Nada apaga la pasión.
El subtítulo “Pasión, Locura y Secretos del Título 2001” es más que sugerente… ¿un título, una perlita de adelanto?
Hay negociaciones en la Casa Rosada un sábado por la mañana para que Racing pueda jugar su final. Hay historias de hinchas. Hay historias del plantel. Hay historias de árbitros. Uno de ellos, juez de línea clave para el título, es hincha de Racing. Fanático.
¿Qué lugar le cabe al gran Pepe Chatruc en la obra?
El lugar de quien fue uno de los líderes de ese equipo, que no tenía estrellas ni desparramaba brillo. Pero Chatruc fue un símbolo. Sus goles, su entrega, esa corrida bajo la lluvia en la plata, son parte de la hazaña. Pero, además, hay que decir que se trata de un jugador que llegó en el peor momento de Racing. Atravesó la quiebra, el tiempo de la síndico, y la llegada del gerenciamiento.
¿Chanchi Estévez?
El Chanchi está con sus goles y su lado atorrante. Y también con los goles que le anulan en cancha de Huracán contra Banfield, una tarde en que creímos que todo se iba a pique. Le cobraron dos fuera de juego al Chanchi que no existían. Racing empató y River se le acercó en la tabla cuando faltaban dos fechas. Fue el día en que se terminó el paso a paso de Mostaza, el día en que por primera vez Mostaza dijo: “Somos campeones”.
¿Encontramos testimonios protagónicos?
Sí, claro, hay muchos testimonios protagónicos: Mostaza, Marín, jugadores, hinchas (algunos míticos en la tribuna), y dirigentes políticos.
¿Un equipo sin estrella individual facilita o entorpece los análisis?
Me parece que ni una cosa ni la otra. El libro no es un libro homenaje a un campeón. Es una crónica, cuenta una historia, la reconstruye. No intenté hacerle un homenaje al equipo de Mostaza, más allá de la emoción que nos generó. No será un equipo que quede en la historia por cómo jugaba al fútbol. Era un equipo sacrificado, con mucho ritmo, presión y despliegue. A veces jugaba sin pausa. Una cosa que supe hablando con los jugadores era que Gustavo Barros Schelotto fue muy importante para el grupo afuera de la cancha. Por su experiencia y personalidad. Adentro también. Muchas veces era él quien ponía la pausa del equipo.
¿Cuánto te llevó el trabajo y cómo surgió la idea?
La idea surgió porque soy hincha de Racing y porque estuve en la calle en aquel 19 y 20 de diciembre. Viví entre la calle y la tribuna. Desde entonces siempre supe que había una crónica para contar. Ese país sólo podía tener un campeón insólito: Racing. Para mí fue un momento central por la movilización y por el título. Quería contar eso como hincha y como periodista, que no son clasificaciones incompatibles. Pero además de contar la crónica de aquel título debía contar cómo llegamos hasta ahí, todo lo que nos había pasado en treinta y cinco años. Desde el descenso hasta la quiebra. Por eso el libro es más que el título del 2001. Es la generación de nuestra épica en la derrota. Le mandé la propuesta a Marcelo Panozzo, de editorial Sudamericana, a fines del año pasado. Marcelo es hincha de Racing. Le gustó la idea y le dimos para adelante. Ahí me puse a laburar con las entrevistas. Fueron ocho meses en total.
¿Por qué “Academia Carajo” no puede faltar en la biblioteca de un hincha de Rácing?
Porque es la historia de nuestra resistencia, de cómo nos construimos en la adversidad durante treinta y cinco años. Sobre el final hago un llamado incluso a las futuras generaciones: lean este libro para saber cómo sobrevivimos a la derrota, cómo nos dio orgullo ser de Racing aunque perdiéramos, aunque ahí en la cancha no pasara nada; cómo nos dio orgullo ser de Racing los lunes en el colegio incluso en los peores momentos. Tuvimos que duplicar esfuerzos como hinchas, pero lo hicimos. Y terminamos en ese 2001, en donde nos rebelamos contra la derrota. Hoy ya van diez años y esperemos que no tengamos que esperar tanto tiempo para ser campeones. Pero en ese caso miremos nuestra historia y veamos cómo hacemos para resistir. Y, también, para no repetir los errores.
.
10 comentarios:
10 años ya????????
LO PARIÓ
Pero si Bedoya acaba de embocar a las gallinas!!!!!
Honores al ladri Pepe Chatruc! (?)
Cuánto?
Groso! A comprarlo.
"Sólo los hinchas de Racing nos dimos cuenta que fuimos campeones en ese país de represión, corralito, y presidentes fugaces".
Toda una declaración.
Maceratesi, Maciel, ??
Compren y guarden como reliquia RASIN.
A comerla amargo, y ahora riojano
El partido que mas recuerdo es en la cancha de Estudiantes, me ubiqué en un costado bajo la lluvia, nos queríamos matar al final del primer tiempo, menos mal que el tecla Farias erró el 3ro por canchero, lo del Pepe Chatruc fue inolvidable, merece gratitud eterna solo por ese partido.
Publicar un comentario