16 de junio de 2012

Nacional B: Patronato 1 River 0


16.06.2012 - Con gol de Acosta (´7) Patronato (Paraná) venció (1-0) a River en el Cementerio de los Elefantes (Colón) y complica su ascenso a una fecha del final.

El corazón riverplatense al límite. Daniel Passarella, Matías Almeyda y el alma de Ángel Labruna penan junto a millones de millonarios y elevan (aun más) la tensión de un inédito torneo de ascenso que lo tiene como protagonista.

River logró sacar de su estadio a Patronato para llevarlo al Estanislao López (Colón) y colmarlo (como siempre) para festejar un posible ascenso. Porque el hincha de River amaneció hoy con su corazón alerta, en el día del ansiado, necesario y posible ascenso.

Con el transcurso de las horas la llama se fue atenuando. Instituto venció (0-2) a Deportivo Merlo en horas del mediodía y negaba la posibilidad del "hoy". Poco después, Quilmes goleaba (4-0) a Gimnasia y Esgrima (Jujuy) marcando su presencia en el poker de ambición.

Para todo y con todo, River debía ganar su partido y así salió al campo de juego ante el mismo Patronato que supo vencer al resto del poker (Instituto, Rosario Central y Quilmes).

Los de Almeyda salieron a comerse los chicos crudos en Santa Fe. Sin volumen pero punzante amenazó a Bértoli desde sus "selectos" nombres (Cavenaghi, Trezeguet, Domínguez). Pero en el minuto 7, una infracción en el padecido sector de Ponzio (entre Urresti y Acosta) derivó en centro a la pobre área de Ríver invadida por un aluvión de flechas paranaenses (6), una de las cuales (Acosta) acertó al arco de un Vega revolcado, lejos de salir a dominar su área chica.

River era más, mucho más. Insinuaba con atropellar a Patronato pero, si bien su escaso juego se lo impedía, los puntas llegaron una y otra vez con ciertas y netas posibilidades que encumbraron al arquero Bértoli como unánime figura del partido. Alternancias de Cirigliano y Aguirre, arrebatos de Ocampos, latigazos de Cavenaghi...

Del ascenso probable, del posible glorioso hoy, River se iba al entretiempo con la esperanza de que, con tal intensidad, el gol estaría al caer...


Pero el complemento fue otra cosa. Los minutos transcurrían, los murmullos se multiplicaban, la incertidumbre echó su manto sobre el Cementerio, la ansiedad volvió con un cúmulo de imprecisiones que hicieron a Patronato dueño de la pelota y a River de la desesperación.

Un River sin pelota y deshilachado vio correr el tiempo en su contra hasta que el oficio del árbitro Pablo Lunati (de impecable partido) le dejó espacio para pitar un (dudoso) penal (Bogino sobre Rogelio Funes Mori) a cuatro minutos del final (´41).

La mano de Lunati trajo una bocanada de aire para este River de cornisa. Las caras y los semblantes junto al silencio elevaron las pulsaciones a límites insospechados. Con el empate Instituto queda un punto abajo y River dependería de sí mismo para ascender.



Pero Alejandro Domínguez lo tiró al medio y a media altura para terminar de configurar el busto del arquero Sebastián Bértoli (confeso fana de River) como héroe de una jornada que nada le cambia a Patronato pero derriba un inmenso castillo de ilusiones y ánimos riverplatenses que hoy amanecieron con la idea de volver a ser de Primera.



Patronato se fue inflando pecho con la satisfacción de haber vencido a los cuatro grandes. Pablo Lunatti con la satisfacción del deber cumplido. Y los jugadores de River salieron llorando, rememorando de algún modo, una tarde en que erró Pavone, una tragedia que trata de superar día a día y se constituye en su más duro y corrosivo rival.


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