18.09.2012 - Se repite el nombre, Juan Manuel Sanchez Miño, y la causa: figura.
Pasado y cumplido el unánime clamor por su titularidad, Sanchez Miño (01.01.1990) no sólo se destaca en este Boca puntero (y sin brillo) sino que se constituye en pieza determinante para ganar partidos.
Sin puesto declarado aún, "el gordo” recorre la banda izquierda con prestancia, técnica, panorama, claridad y perfil bajo:
“Me siento cómodo en los dos puestos (lateral o volante). En uno por ahí hay que marcar un poco más, en el otro llegar al ataque. Donde sea, tengo que mirar a los que juegan en ese puesto y tratar de hacer lo mismo”.
Las inferiores xeneizes lo tuvieron de stopper (6) en octava y séptima división, de lateral izquierdo (3) de enganche (10), y de doble 5 (reserva).
Hijo de Daniel (contador) y Marcela (ama de casa), esposo de Lucila y padre de Bautista (3), Juan Manuel Sanchez Miño tiene una cuenta pendiente: “Debo cinco materias y quiero que mi hijo me vea terminar el colegio.”
Festejamos esta nueva aparición (de indefectible destino europeo) que, junto a la de Ricardo Centurión (Racing) vuelven a iluminar este decaído fútbol argentino.
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