17.06.2013 - Las fotos del campeón suelen ser multitudinarias. Mascotas, hinchas, utileros, médicos, familiares, dirigentes, juveniles, preparadores físicos, entrenadores, cancheros… Algo paradójico entonces que no pocos jugadores suplentes no se sientan parte y acaso renieguen o eviten flashes (?) (cuando la cosa es al revés y cuesta arriba son los primeros en salir después del entrenador).
Sin olvidar que (la gestión) Julio Comparada ganó copas, (la gestión) José María Aguilar disfrutó de vueltas olímpicas y (los gerentes de) Blanquiceleste S.A. pudieron besar un trofeo, soslayar (ahora) la reconstrucción institucional de Newells sería deshonesto.
Hace cinco años (2008) Newells celebraba elecciones después de 14 años soportados (1994) bajo una dirigencia fraudulenta y antidemocrática que vació el club: el apoyo público de Marcelo Bielsa a la candidatura de Guillermo Lorente contribuyó al 67% de votos obtenido para suceder al tristemente célebre López (que dejó $70 millones de deuda en un club de instalaciones destruidas).
Y Newells, vacío, quebrado y disgregado, se unió bajo la bandera rojinegra: además de los socios, Marcelo Bielsa, Lionel Messi, Maximiliano Rodríguez, Lucas Bernardi, Sebastián Domínguez y Germán Re aportaron ($) para la reconstrucción.
Los socios (autoconvocados), impulsores del fin de ciclo López, se juntaron a lavar las tribunas, arreglar plateas, vestuarios y parte del gimnasio cubierto, Bielsa donó dinero para la construcción de un complejo habitacional, Messi financió la remodelación del predio Islas Malvinas (donde entrenó de chico) y la rueda (oxidada) volvió a rodar.
Terminaba la temporada 2011-2012 y el panorama deportivo de Newells era negro: al sótano de las posiciones (con igual cantidad de puntos que Independiente) la presión del descenso era avasallante e ineludible.
Y entonces llegó Gerardo Martino (DT), el unánime ídolo de todo leproso cuarentón, el gordito, exquisito y campeón (1988, 1991 y 1992), aprendiz de Bielsa y (ya) consagrado con la selección mundialista de Paraguay (2010), rechazando la oferta de la selección colombiana (hoy dirigida por Pekerman) para hacerse cargo del incendio.
Al apoyo de Bielsa y a la llegada de Martino le sucedieron los (grandes) retornos: Maxi Rodríguez (Liverpool) desechando ofertas europeas, Ignacio Scocco (sin continuidad en Al Ain de Emiratos Árabes) poniendo u$s 100.000 de su bolsillo y Gabriel Heinze, venido de la Roma (Italia): los (3) símbolos del equipo.
De pelear el descenso, este Newells pasó a pelear campeonatos, del infierno al cielo: 6º en el Clausura 2012 y subcampeón Inicial 2013, el grupo de Martino está a horas de llevarse el Torneo Final 2013, sólido en la Copa Argentina (8vos de final) y esperanzado en la Copa Libertadores (semifinal). Gerardo Martino dirigió 67 partidos desde que llegó a Newells en 2011: ganó 35, empató 18 y perdió 14 (61%).
A las inminentes puertas del título (Final 2013), Newells lleva 40 goles a favor en 18 fechas (10 más que el siguiente goleador, San Martín SJ y 37.5% más que el siguiente, River). No racha ni casualidad. Tampoco milagro.
“Pase lo que pase ya me siento campeón por el sacrificio de todo este plantel y por todo el esfuerzo que venimos haciendo desde hace un año y medio”, dice Gabriel Heinze.
Newells, justo ganador, es el mejor equipo de nuestro fútbol de hoy. Sin demasiado riesgo de exageración y quizá graficando el torneo, podría decirse que es el ÚNICO equipo, lo que habla a dos puntas, de nuestra pobre actualidad y del mérito leproso.
Lejos del Barcelona, el Arsenal o el Borussia Dortmund, este Newells es apenas la sombra de aquel Newells noventoso. Es simplemente un equipo que logró identidad. Pero, como sabemos, la identidad no es garantía de título bien habido.
La foto podrá ser multitudinaria pero los campeones (morales o empíricos) son, apenas, poco más que once jugadores: “Creo que el mérito lo tienen los jugadores porque tienen una gran valentía de jugar como juegan y más en este fútbol argentino”, dice Martino, ideólogo de los wines, los laterales – volantes – wines, el equipo corto y el orden táctico que hace que (como en los equipos de Bielsa) cada jugador sepa su rol y ofrezca pase.
40 goles en un torneo en el que los esquemas defensivos superan los ensayos ofensivos, la convicción, la clara identidad de juego, el orden, y la innegociable vocación de ataque llegan con este Newells que viene a oxigenar y jerarquizar un campeonato gris que lo recibe como al de propuesta audaz.
Calidad y resultados se dieron la mano esta vez. “El capítulo esta vez se cierra como las buenas películas, cuando el espectador se queda mientras ofrecen los títulos hasta que se enciende la luz.” (Víctor Hugo Morales)
Querer jugar bien y querer ganar todos lo quieren. Pero muchos (casi todos) tienen antes la urgencia de no perder. Torneo corto, contrato rescindible, semana próxima… Hay pocas excepciones y Newells la encarna desde la cima.
Reconstrucción institucional, sentido de pertenencia, concepción de grupo, idea de juego, entrenador lúcido, intérpretes distinguidos, buen pie… son demasiadas cosas que se dan de tanto en tanto: ¡Gracias Newells!
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3 comentarios:
Espectacular!! Felicitaciones, por la nota y el blog. No suelo levantar la galera. Pero esta página la merece a diario. Gran trabajo muchachos!
Muchas gracias Ezequiel. Siempre bienvenido.
Sensacional, emocionante lo tuyo. Desde ya, mil gracias. Abrazo.
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