01.07.2013 - La fiesta de la Copa Confederaciones costó el mayor operativo de seguridad de la historia deportiva de Brasil. 10.600 policías mas 7400 efectivos militares se encargaron de blindar el mítico y renovado Maracaná, a su vez custodiado en su interior por 1300 efectivos de seguridad privada.
El tamaño del despliegue, en relación a los 5646 agentes que patrullan usualmente las calles de Río de Janeiro y Niteroi, da cuenta del ánimo brasileño que desde hace tres semanas se manifiesta en multitudinarias marchas callejeras.
Los millonarios gastos del Estado brasileño en la organización del Mundial 2014 fue hoy el detonante unánime (entre otras quejas) y el estadio Maracaná se vio envuelto en una zona de exclusión de 500 metros a la redonda.
Gases lacrimógenos fueron lanzados sobre las columnas de manifestantes que, reunidas desde horas antes el partido, intentaron traspasar los cordones de seguridad. Hubo heridos; ninguno de las fuerzas armadas.
La FIFA cae como OVNI en casa visitante imponiendo normas y condiciones, posibilitando negocios, llevando sus ganancias, adelgazando Estados y dejando una estela de elefantes blancos tras sus efímeras visitas.
BRASIL 3-0 ESPAÑA
TODA LA COPA CONFEDERACIONES
LA CAIDA DE ESPAÑA EN PORTADAS ESPAÑOLAS
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