Retazos: a propósito de Lionel Messi.

No descubriremos que a Barcelona le sobra calidad futbolística para afrontar cuanto torneo presente el calendario. De botines y frac, Ronaldinho y Henry pasean por la alfombra, jueguen bien o mal, son distinguidas hasta sus maneras de matar la pelota. El presupuesto de Barcelona permite variantes en alto nivel y una de ellas, entre otras, es Lionel Messi, acaso la más productiva en la relación precio/eficiencia, pues si bien el club se hizo cargo de su tratamiento durante los años formativos, la suma invertida no llega, por lejos, a equiparar un hipotético pase del argentino. Así, en estos días y ante una leve meseta de Ronaldinho, Messi cobra relevancia como variante y goleador.

El partido se termina, pongamos Stuttgart 0 Barcelona 2. La prensa (mundial) debe titular el juego sobre fotos significativas y plasmar una crónica (lo suficientemente atractiva y calibrada según el público receptor) entre otras notas laterales (futbolísticas o no) que terminen de cerrar la cobertura.

Tampoco descubriremos que en el mundo mediático las razones de marketing, espacio y tiempo conminan a la síntesis y es allí – en la síntesis – donde se termina de moldear la opinión. La síntesis implica fotos, títulos, video de los goles y alguna nota pospartido que no tardan sino horas en ser devoradas por otros tantos videos, goles, títulos y fotos. Retazos. La sucesión de vídeos, goles, títulos y fotos encontró a Messi, durante estos últimos días, como protagonista reincidente. Un buen desempeño en las últimas presentaciones que incluye su presencia consecutiva en la red (5 presentaciones) y un bajón de Ronaldinho han llegado a producir encuestas que lo dieran como el mejor jugador del mundo.

Esta opinión formada de retazos, repetida y reproducida se retroalimenta y suele tomar así cuerpo, identidad, sustancia, una esencia propia que la separa del campo de juego casi de manera proporcional a su crecimiento. Si a este cocktail de marketing, ventas, retazos y vértigo le agregamos las estadísticas, los contratos publicitarios, los halagos y las agendas, Messi no tendría espacio para escuchar otras cosas o, de escucharlas, no asimilarlas.

No es fácil dar en you tube con retazos de juego que no sean goles. Las instancias de un partido no son susceptibles de ser fotografiadas y un título es la mínima y grandilocuente expresión (generalmente) de un logro.

Ya lo dijimos hace unos meses: ¿Alguien le dirá a Messi que el fútbol es un juego esencialmente colectivo? ¿Qué el egoísmo goleador es lícito y necesario en tanto y en cuanto no termine perjudicando al equipo? ¿Qué las estadísticas son consecuencia y no causa del juego? ¿Tendrá tiempo y lugar de decirlo Ryjkaard o de oírlo Messi?

Ya lo hemos y han dicho. Una de las frases más elegantes fue “Messi debe ordenar sus emociones”. Quien haya visto Stuttgart – Barcelona habrá visto como Lionel patea al arco desde ángulos improbables teniendo dos compañeros en la boca del arco, ejemplo que ya copió el más joven Bojan minutos más tarde. Retazos… golosinas en edad de crecimiento, pecados de juventud (?)… situación reiterada en Lionel y que ojalá comience a pulir para hacerse bien grande, situación incómoda, situación que no tiene cabida en la síntesis de los títulos ni de you tube ni de las crónicas sino en la cancha... Is possible...