Arsenal se toma media sudamericana.

33 campeonatos, un desigual poder económico, un Azteca lleno y 11 hombres allí arengados no pudieron ganarle a un Arsenal que viene siendo actor secundario en las últimas noticias de la Copa Sudamericana. Actor secundario porque después de eliminar a Chivas (Guadalajara) eliminó a Ríver y ahora, le gana la primera final al poseedor de la Copa en su propia casa, burlando las estadísticas (nunca un equipo argentino le había ganado allí al América), desoyendo un estadio colmado y haciendo 3 goles de visitante que valen doble.

¿Por qué ganó Arsenal?

Porque Arsenal es chiquito y pragmático. Y esa pequeñez es la que lo hace salir a jugar muy ensimismado y concentrado, con despreocupación de obligaciones o fotógrafos y la oportunidad asimilada de bataquear (permítase el neologismo). Porque esa pequeñez lo libera de explicar su juego menos creativo que destructivo y lo potencia en calidad de visitante. Porque el promedio de edad en los hombres de su plantel es razonable. Porque cuenta con hombres de experiencia que son los diamantes de las finales. Porque San Martín (gran valor que dejó ir Ríver) y Calderón llevan puesta la camiseta de Arsenal. Porque Villar jugó un muy buen partido.

Pero el pequeño Arsenal no empató 0-0 como con Ríver sino que ganó 3-2 en el Azteca. Potenciado como visitante, Arsenal se abroquela más atento de lo que acostumbra en su casa. Entonces ¿cómo le hizo tres goles a domicilio a quién nadie le había hecho más de dos?

Porque este América, las águilas gigantes de México, el más rico del continente, es un equipo ampuloso (que solo jugó 20 minutos) y se parece a un huevo. Porque si un huevo te cae encima con la velocidad que tomaría desde un octavo piso a una acera puede ser duro y fulminante como la peor de las goleadas. Pero si el huevo, tomado en una mano, apenas choca con el borde de la sartén se parte; y entonces se convierte en algo tan viscoso e irregular. El América es, como el huevo, frágil (fractura sin deformación previa) y también, como el huevo, puede aparecer tras una gran cáscara.