25 de abril de 2008

Bilardo y los limones.

Uno de los fracasos más “rotundos” de Carlos Salvador Bilardo, actual Secretario de Deportes de la Provincia de Buenos Aires (cargo de rango ministerial) se dio en las vísperas del Mundial 86, cuando llevaba tres años en el cargo de entrenador de la selección argentina que de la mano de Diego Maradona se coronara campeón mundial.
La indumentaria de la selección era fabricada entonces por la marca francesa “Le Coq Sportif”, empresa con la que el DT supo comunicarse para pedir la inclusión de un bolsillo en la parte trasera de cada short (negro) entregado.
La idea había tomado cuerpo unos años antes, cuando en 1983, sin sede fija, se celebraba la 32º edición de la Copa América (torneo que Argentina no ganaba desde 1959 cuando Pizutti y Pelé ponían el 1-1 en Ríver). El debut fue el 10 de agosto en la altura de Quito, donde Argentina enfrentaba al local de Ecuador. El equipo salió a jugar y alguien (Miguel Angel Russo?) dejó varios pedazos de limón junto al palo del arco argentino que defendía Nery Pumpido para que cada jugador se sirviese y mascase durante el partido y poder, con la saliva obtenida, escupir con mayor holgura a sus rivales.
El plan falló: los ecuatorianos se robaron los limones (y el partido terminó 2-2, idéntico resultado que en Buenos Aires y que eliminara a Argentina).
Los franceses de Le Coq Sportif denegaron la solicitud de
Carlos Salvador Bilardo y así los muchachos nunca pudieron salir a jugar portando limones en los bolsillos.

14 comentarios:

No, gracia a vo´ dijo...

No estaba al tanto de esto...

NO tengo mucho más que acotar! Bah si, que sucio que es Bilardo!

Saludos caligula!

atletista sin solución dijo...

Desde luego curiosa historia. Este Bilardo es tremendo. Por España cuando un jugador del equipo contrario cae lesionado aún se canta: písalo, písalo, que inventara Bilardo cuando entrenaba al Sevilla.

Carlos Pérez Vera dijo...

Le informamos de que El Descuento ha vuelto con mucha fuerza a publicar post en el mundo de la blogsfera, espero verte por alli.

No puede decir nada pues no conozco nada de este personaje.

Pablo dijo...

Curiosa y genial historia.

Un saludo

Anónimo dijo...

Así es. Bilardo le debe su nombre y sus cargos a Diego Maradona.

Y eso que no hablamos de los alfileres con que salía a jugar en Estudiantes.

Saludos Calígula.

Tony Blas dijo...

Jajajaja este Bilardo es un ciruja.

AD dijo...

NO JUGO TEVEZ
ESTUVO EN EL BANCO Y NO INGRESO
SEGURO Q JUEGA ENTRE SEMANA

UN SALUDO NO DEJES DE PASAR

AD dijo...

intercambiamos links?
avisame en el blog si estas de acuerdo
un saludo

piterino dijo...

De Bilardo cuentan que en la concentración del Mundial 86 reunió a las mujeres de los futbolistas para aleccionarles a la hora de practicar el sexo más sano y menos fatigador para ellos: "Ustedes se colocan encima ...". Un mítico el Narigón.

Saludos.

NoTe dijo...

Increible historia que realmente desconocía. Excelente aporte.

Abrazo Calígula

Miedo Escénico dijo...

en vez de pensar el fútbol, el juego, la estrategia...
comer limones.
perdonen pero prefiero otro estilo.

que bueno igual estas hsitorias que colgás, aportan una buena mirada y fuera de lo común!
gracias como siempre.

Anónimo dijo...

Bilardo es un pelotudo con suerte.

Saludos.

Marco dijo...

@ migue: dicen que es la escuela de Zubeldía pero de que la desarrolló él no hay dudas.

@ atletista sin solución: podría ser un perfecto actor de los avisos de Nike.

@ carlos perez vera: entonces debieras acercarte a él porque realmente tiene cosas imperdibles.

@ pablo: un saludo Pablito.

@ nicolás: ni tanto ni tan poco. Alguna virtud en su mar de obsesiones podemos encontrar.

@ Tony Blas: mañero poco transparente.

@ devo: de acuerdo.

@ piterino: es verdad. A veces, y lo ha demostrado, sobrepasa el ridículo y lo bizarro.
Sin embargo a las mujeres les cae bien.

@ note: Un saludo nene!

@ miedo escénico: ni hablemos del bidón de Dunga!

@ ruben: como dijo?

Anónimo dijo...

Bilardo no deja nunca de sorprenderme. ERa capaz de cualquier cosa para ganar un partido. Siempre me agrado. Un abrazo.