Por el oro de Beijing.

“La FIFA, cuidadosa del prestigio y el negocio de la Copa del Mundo, siempre receló de los Juegos Olímpicos. La limitación de la edad de los jugadores sirve para quitarle galones a la competición, pero también para distinguirla. Los Juegos Olímpicos son a los Mundiales lo que el parvulario al cole.”

Sin embargo, los máximos representantes del fútbol latinoamericano (los grandes ausentes de la Eurocopa) parecen tomarse cada vez más seriamente la competición: Brasil y Argentina ocupan 2 de las 16 plazas entre China, Holanda, Serbia, Bélgica, Italia, Costa de Marfil, Camerún, Australia, República de Corea, Japón, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Honduras y Nigeria.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) pone todos los recursos necesarios a disposición. Carlos Dunga (DT) necesita levantar la actual y pálida imagen de un Brasil que, hoy por hoy, debería jugar el repechaje para clasificar al próximo campeonato Mundial. Ronaldinho necesita rehabilitarse después de sus nocturnos paseos no exentos de flashes y su murmurada llegada al Milan (jugará con la camiseta nº 80 mientras Seedorf se queda con la nº 10). El fútbol de Brasil cree necesario ganar el único título que le falta, el oro olímpico que jamás se hubo tenido en consideración.

Con todo, los ánimos de viaje no son los mejores. La CBF dio a conocer el anuncio de la convocatoria de Ramíres (21), volante del Cruzeiro, a horas de que delegación emprendiera el vuelo a Sigapur (con escala en París), en reemplazo del original convocado Robinho.

Reconociendo el derecho del Real Madrid de no liberar al jugador mayor de 23 años, la CBF cuestionó el anuncio por haber sido divulgado “el mismo día del embarque de la delegación para Singapur y sólo horas antes de que la entidad tenga que mandar los nombres de los jugadores a la FIFA para la inscripción oficial en los Juegos Olímpicos”.

Con la ausencia de Robinho, Brasil tendrá sólo dos de los tres jugadores mayores de 23 años permitidos por el reglamento olímpico: Ronaldinho y Thiago Silva (zaguero del Fluminense).

“Sin embargo, la contaminación de la seriedad siempre acecha – continúa Jorge Valdano - a los 23 reglamentarios años el entusiasmo lúdico ya está domesticado por el profesionalismo y para atenuar cualquier brote de audacia se permiten tres jugadores sin límites de edad. “

Por el lado argentino las convocatorias de mayores (Mascherano, Pareja y Riquelme) trajeron muchos más problemas. A las reiteradas negativas de los clubes europeos se suma la intrigante, tironeada y silenciosa situación aun irresoluta de Lionel Messi (menor).

La novedad del caso argentino (Oscar Ustari, Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Nicolás Pareja, Ezequiel Garay, Luciano Monzón, Ever Banega, Fernando Gago, Diego Buonanotte, Juan Román Riquelme, Angel Di María, Sergio Agüero, José Sosa, Ezequiel Lavezzi, Javier Mascherano, Federico Fazio y Lautaro Acosta) es la inédita división entre juveniles y mayores respecto al cuerpo técnico. Por primera vez, y para el caso se constituyó un nuevo cuerpo técnico, los entrenadores de las selecciones mayores no viajarán en la comitiva. El caso responde menos a una reorganización eficaz que a cortocircuitos entre Alfio Basile (DT) y Julio Grondona (titular de la AFA).

El equipo argentino, con la también inédita presión de defender el oro (2004), entrena en Tokio a la espera del último amistoso (con un representativo local) para hospedarse en el Hua Ting Hotel y Towers de Shangai.

¿Será que el oro olímpico cobró repentina cotización?

Las citas pertenecen a "Los cuadernos de Valdano"