De Cáceres a Cabañas

El 31 de octubre (2009) recibió una bala en la cabeza después de un confuso episodio en el Gran Buenos Aires y entró en coma al hospital Carrillo. El 12 de noviembre el médico titular decía que “a Fernando Cáceres lo mantiene vivo su estado atlético”. El 15 de noviembre, “Ahora viene lo más complicado porque aparecen la fiebre y los gérmenes. No sabemos cómo serán los próximos días”. El 17 de noviembre ya movía las manos y parpadeaba. El 24 de noviembre le sacaron el respirador artificial, movía las manos y levantaba el pulgar para comunicarse. El 30 de noviembre empezaba a comer. El 17 de diciembre le colocaron una nueva válvula en la cabeza como drenaje de todos los líquidos infecciosos de las heridas. El 29 de diciembre le sacaron la traqueotomía y habló por primera vez.

Hoy, 28 de enero, aún con la bala en su cabeza, habló por primera vez con una radio ("Cada vez me encuentro mejor. Estoy retomando todo de nuevo. Llevo 20 días en el centro de rehabilitación. Ya puedo caminar. No termino de entender como seguí adelante") y envió una carta con la esperanza de que Salvador Cabañas pueda llegar a leerla:

Sé muy bien por lo que estás pasando. Algo similar me sucedió a mí. Y sin embargo, a 86 días de ese horrible accidente te escribo desde la clínica Fleni, en donde gracias a Dios me estoy rehabilitando. Te pido que luches con todas tus fuerzas: "se puede y existen los milagros". Lo vas a conseguir: lucha, lucha y no bajes los brazos. Todos estamos con vos y llenos de esperanzas para que te mejores pronto. Que tu familia, amigos y todos los jugadores sepan que, aun en la distancia, estoy con todos ustedes. En mi caso, el amor de mis seres queridos hace que hoy pueda escribirte. Espero que pronto podamos charlar y recordar estos hechos como pruebas que nos puso la vida. Un gran abrazo y toda la fuerza del mundo. 

Fernando Cáceres.