26 de noviembre de 2010

Maracaná 2014.


26.11.2010 - Calígula - Copa Confederaciones 2013, Mundial 2014 y Juegos Olímpicos 2016: arde Brasil en contratos, flujos de capital y peleas políticas.

Mientras el gobernador de Brasilia – Rogerio Rosso – sigue en pugna por un lugar en el Mundial, en Belo Horizonte y Sao Paulo no hay menos voces. Retirados de la candidatura por la final del evento (dispuesta en el indiscutible Maracaná), la cuestión es, nada más y nada menos que el partido inaugural del Mundial 2014.

"Recibí una carta de respuesta del secretario general de la FIFA en la que él (Jérome Valcke) deja claro que aún no está decidido dónde será el partido inaugural del Mundial", apura Rosso desde Brasilia garantizando que “liberando recursos” su gobierno del Distrito Federal no permitirá ningún atraso en las obras de reforma del estadio Mané Garrincha (Brasilia).

Ajenos y sordos a las solitarias declamaciones de Rosso, la disputa de Sao Paulo tiene algo más de color (al menos desde lo mediático). Ahí, entre los acérrimos rivales, se discute la no aceptación de FIFA del propuesto Estadio Morumbí. El mismo Lula afirma que el estadio está en condiciones de recibir la inauguración mundialista, se interpela “no sé por qué el Sao Paulo no defendió el Morumbí” y criticó al gobierno estadual de Sao Paulo por haber cedido a supuestas presiones de la FIFA y la Confederación Brasileña de Fútbol mientras su coringao (Corinthians) impulsa la construcción de su estadio propio (de paso) para la ocasión.


Mientras tanto en Río de Janeiro se vive en obras y proyectos. Los u$s 700 millones presupuestados para la reforma del Maracaná (500 aportados por el gobierno brasileño y 200 por un banco de Río) no son trágicos entre los u$s 13.000 millones que estima gastar Brasil en obras e infraestructuras mundialistas.

Las estimaciones de entrega hablan hoy de diciembre 2012 no sin salvedades referidas a los procesos de licitación y permisos ambientales que “podrían crear obstáculos y retrasar algunas obras”.


Presentada la maqueta del estadio reformado, se supo que la novedad estrella es el techo que cubrirá a todos los espectadores y que los trabajos no vienen a velocidad crucero.

Si bien los empresarios e ingenieros no engranaron aún en las obras, sí lo está haciendo la policía militar de Río de Janeiro. La enorme cantidad de favelas que circundan los aledaños del Maracaná (especialmente en la zona norte) ya puso en alerta máxima a la “famosa” policía brasileña.


Este mismo jueves 6 orugas blindadas entraron a la favela Vila Cruzeiro para, según propia versión, recuperarla del control de traficantes después de 5 días de combate y un saldo de 30 muertos.


Convenios, normas, contratos, flujos, retornos, inversiones, muertos, gobernadores, favelas, mundial… arde Brasil, como si las lágrimas emotivas de Lula en el momento de la designación fueran el singular augurio.
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1 comentario:

javier dijo...

parece que tantos eventos deportivos le costarán esfuerzo a brasil, no sólo monetario. mucha violencia e internas políticas, y eso que faltan 4 años