Nueva camiseta Athletic Bilbao 2011 - 2012.

05.08.2011 - Generaciones de vizcainos llevaron y llevan orgullosos los colores del Athletic y desde hace un siglo las camisetas del club bilbaino constituyen un pequeño tesoro en las cómodas y armarios. Cambiaron texturas, tejidos, marcas, diseños y peso... pero nunca el valor simbólico: el Athletic.

Tres años después de fundado (1898) como Athletic Club, el Café García de la Gran Vía bilbaina acogió a los fundadores que allí – solemnemente – pactaron sobre la indumentaria y sus colores: blanca y azul.

El irlandés Juan Moser, que jugó dos partidos con el recién creado equipo, pasó a la historia por donar al club esas primeras equitaciones que llevó a Bilbao desde Inglaterra, mitad blancas y mitad azules, con el escudo del club bordado con los colores del consulado bilbaino. La camiseta que el propio Moser usó en sus partidos con el club descansa hoy en día en el museo del Athletic como la camiseta oficial más antigua del fútbol estatal.

Las rayas rojas y blancas no llegaron al Athletic hasta 1910 (doce años después). Con dificultades para equiparse en Bilbao, fue sobre Juan Elorduy que recayó la responsabilidad de viajar a Southampton (entonces de fuerte conexión comercial con Bilbao) para comprar dos lotes de camisetas y renovar el fondo de armario del Athletic.

Elorduy buscó adquirir 12 camisetas para el equipo vizcaino y otras 12 para su filial (de aquel entonces), el Atlético de Madrid. Pero en la ciudad inglesa tampoco tuvo suerte y no consiguió las camisetas que cumplían con las exigencias del uniforme del Athletic.

Finalmente decidió regresar con un lote de camisetas del color del equipo local o, como dicen otras fuentes, del Sunderland (ajustadas, de mangas largas y cuellos de camisa). Así llegaron los colores rojo y blanco a Bilabo.

La primera vez que el Athletic disputó un partido con las camisetas rojiblancas fue el 9 de enero de 1910, ante el Sporting de Irun. La filial, Atlético de Madrid, no estrenaría la indumentaria rayada hasta el 22 de enero de 1911.

La camiseta, siempre rojiblanca, fue variando en función de los tiempos y las modas: cuellos abotonados, cordones, mangas, etc. Desde 1941 el Gobierno de Franco ordenó suprimir cualquier nombre en lengua extranjera, por lo que el Athletic se convirtió en el Atlético de Bilbao. Así fue hasta 1973, cuando al fin se recuperó el nombre original. Un año después el escudo del Athletic apareció en la camiseta, del lado del corazón.

Entre los 1976 y 1979 se vieron las últimas camisetas del Athletic confeccionadas en algodón. La prenda, también muy ceñida, dio paso a las camisetas de Adidas que acompañaron al club en los ochenta (ya confeccionadas con materiales sintéticos).

En el año de su centenario (1998) el club decidió dar un toque especial a su indumentaria: las equipaciones oficiales incluyeron en su pecho el logotipo conmemorativo del centenario con los dos años que iniciaban y cerraban la historia del club.

Con la llegada del Siglo XXI el Athletic se desvincula de las marcas deportivas convencionales para crear su propio sello. El club pasa a diseñar, producir y distribuir su propia ropa deportiva, incluida la del primer equipo. Durante 8 temporadas la marca Athletic viste a los futbolistas del club.

Durante el mandato de Fernando Lamikiz (2008) el Athletic disputa varios partidos de competición europea con el logotipo de Euskadi en el pecho. Pero el club no firmó un acuerdo estable para lucir de manera permanente publicidad en la camiseta hasta la temporada 2008-09, en la que aparece Petronor.

Manchar la inmaculada y centenaria camiseta levantó memorables polémicas, pero el logotipo de la empresa petrolera luce desde entonces en todas las camisetas de la firma Umbro.

Esta nueva casaca del Athletic (2011-2012), adaptada por la marca Umbro, llega con la renovación contractual de publicidad. Petronor, la mayor empresa industrial vasca y la primera (y única) casa comercial que ha hallado acomodo en la camiseta del club rojiblanco en sus 113 años de historia quedará por (al menos) tres años más en el pecho a cambio de 6,3 millones de euros.

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