28.11.2011 - Cuando Maradona llegó a Rosario para jugar en Newells Old Boys (1993) un periodista le dio la bienvenida diciéndole que “es un orgullo recibir en nuestra ciudad al mejor jugador” y Maradona respondió que “el mejor jugador ya había jugado en Rosario y es un tal Carlovich”.
De familia yugoeslava, Tomás Felipe “El Trinche” Carlovich (20.04.1949) nació (7º hijo) en el barrio Belgrano (oeste de Rosario) y como único juguete tuvo una pelota. A los 15 años lo llevaron a las inferiores de Rosario Central, a los 16 fue a préstamo al Sporting de Bigand y volvió campeón de la la Liga del Sur para debutar en Primera, cuatro años después: "Jugué un solo partido frente a Los Andes, pero en esa época no había un lugar para mí. Era en el final de los ’60 y el técnico, Miguel Ignomiriello, prefería otro tipo de jugador."
1970 lo encuentra (4 meses) en Flandria y luego se incorpora a Central Córdoba (Rosario), “mi casa”, donde consigue el título y ascenso a Primera B. Su campaña allí, en el barrio Tablada, se hizo en cuatro etapas: 1972 a 1974, 1978, 1980 a 1983 y 1986 sumando 9 temporadas, 236 partidos y 28 goles.
Entonces tuvo su día de gloria: miércoles 17 de abril de 1974. En preparación para el Mundial de Alemania 1974, la Selección Argentina viajó a Rosario para enfrentar a un combinado local. Los entrenadores de Newells Old Boys y Rosario Central, Juan Carlos Montes y Carlos Timoteo Griguol sumaron 5 jugadores de uno y otro más uno de Central Córdoba (en la B): Carlovich.
Fue baile y un inolvidable 3-1 rosarino con Mario Kempes y Tomás Carlovich como figuras estelares de la noche (en un equipo donde también brilló Mario Zanabria).
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"Los jugadores de la Selección se habían puesto nerviosos. Nos insultaban porque no les salían las cosas. Pero esos partidos son especiales. Capaz que jugás 200 y perdés todos. Aunque esa vez les ganamos 3 a 1."
Dos años después (1976) viaja a Mendoza para sumarse a Independiente Rivadavia y luego, en 1977 se concreta su transferencia a Colón (Santa Fe), donde sólo juega dos partidos oficiales: "En Colón tuve mala suerte, porque las tres veces que me tocó entrar como titular, me lesioné el aductor derecho."
El año del Mundial (1978) lo encuentra otra vez en Mendoza pero con la camiseta de Deportivo Maipú. Y ya en 1980 (hasta 1983) vuelve a Central Córdoba, logra su segundo ascenso y, después de tres años de inactividad, regresa para retirarse en 1986.
La leyenda es parte de la iconografía de Rosario. El “dicen” se multiplica en el tiempo y en el recuerdo que (no) sustituye la falta de video alguno. “Era mejor que Maradona”, “el Maradona que no fue”, “lo mejor que vi en mi vida” y otras frases acompañan el mito del “Gitano” que no llegó por vago.
"¿Qué es llegar? - pregunta el Trinche - la verdad es que yo no tuve otra ambición más que la de jugar al fútbol. Y, sobre todo, de no alejarme mucho de mi barrio, de la casa de mis viejos donde voy casi todas las tardes, de estar con el Vasco Artola, uno de mis mejores amigos que me llevó de chico a jugar en Sporting de Bigand…Por otra parte, soy una persona solitaria. Cuando jugaba en Central Córdoba, si podía, prefería cambiarme solo, en la utilería, en lugar del vestuario. Me gusta estar tranquilo, no es por mala voluntad.”
César Luis Menotti, José Pekerman, Carlos Griguol, Aldo Poy, Marcelo Bielsa, Enrique Wolff, Carlos Aimar y Mario Killer, entre otros, reconocen y no dejan de homenajear el talento de “un distinto” que prefería “los amigos y la caza al sacrificio del fútbol”.
Hace unos años (a sus 56), le implantaron una prótesis en la cadera derecha (osteoporosis). Los medios y el programa La vida por el fútbol (de La Red Rosario) iniciaron la campaña voluntaria para juntar los fondos ($20.000) que el Trinche no tenía. La Iglesia Maradoniana, sus amigos e hijos se movieron hasta que desde el Ministerio de Salud llegó el dinero para la operación (hecha en el Hospital Clemente Álvarez de Rosario).
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3 comentarios:
Increible historia la de este increible jugador, q amaba el futbol...q poco queda de gente q quiera tanto la pelota com el gran Trinche...
Qué pena que haya tan poco material del 'Triche'.
El Trinche no fue un futbolista más, ni tan siquiera fue un destacado futbolista. Es que no fue un futbolista, llanamente. El Trinche fue, (es en realidad porque de esa condición congénita no se sale), UN MAGO disfrazado de futbolista, o UN DUENDE que hacía lo que nunca nadie hizo con la pelota. Y por eso, porque no fue futbolista, no había que esperar, o esperar comprender, que su destino final en un campo de juego fuera como se espera que sea en quien abraza esa tarea, ya sea como amateur, y menos que menos profesionalmente. Porque un DUENDE tiene los caprichos de un DUENDE, y le tienen sin cuidado lo que los otros hagan o digan que se debe hacer en cualquier actividad de la vida. (Para eso están los Maradona, los Pelé, los Ronaldo, los Ronaldinhos, ahora los Messi o los Cristiano, y los que seguirán viniendo detrás de estos). Pero los DUENDES... sólo una vez se ha visto en un campo de juego (DUENDE, MAGO, qué más da), y no hay que esperar volver a presenciar tan singular excepción en las leyes de la Naturaleza. Yo fui uno de los afortunados espectadores de tal milagro, y doy gracias a Dios por esa prerrogativa. Gracias a Dios y al Trinche.
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