21.05.2012 - El miércoles (16.05.2012) el Palacio Municipal de Montevideo se vistió de gala y anfitrión para recibir al entrenador de la selección uruguaya de fútbol, Oscar Washington Tabarez (65), que llegó de elegante traje y corbata acompañado de su mujer, Silvia Martínez (61).
"Me siento bien en el lugar en el que estoy, determinadas circunstancias han hecho que uno quizás lo disfrute más (...) siempre hemos tenido idea de lo que había que hacer", dijo el DT a los periodistas tras recibir el galardón de “San Felipe y Santiago” de la Junta Departamental de la capital uruguaya, en reconocimiento a su trayectoria deportiva.
Salieron, Tabarez y Señora, tomados del brazo después de posar para algunas fotografías.
Tres días después, en la misma Montevideo, el maestro Tabarez llegaba acompañado de su abogado, Gustavo Bordes, al careo con su ex empleada doméstica (Natalia Gonzalez, 29) ordenado por el juez penal Homero Da Costa y el fiscal Luis Bajac.
La historia viene desde la cúspide deportiva del maestro, cuando clasificaba semifinalista a su selección uruguaya en el Mundial de Sudáfrica. Entonces, el 21 de diciembre (2010) la Justicia procesó a Natalia Gonzalez (su ex empleada doméstica) y a su entorno familiar por “delito de hurto continuado”.
Natalia era la señora de confianza, de muchos años, que trabajaba en casa de los Tabarez. Pero el faltante llegó a los u$s 500.000 y, después de comprarse una casa en la Costa de Oro de Canelones, un auto e instalar un local comercial en el centro de Montevideo, la señora de confianza pasó 11 meses en prisión (enero a noviembre 2011) por el proceso.
A días de su liberación, Natalia tuvo que declarar ante la División Homicidios, en el marco de la investigación del hecho que dejó lesionada, con quemaduras de primer y segundo grado, a la esposa de Tabárez.
A las tres y media de la tarde Silvia Martinez salía de su casa en Puntas de Santiago y Rivera (Carrasco), para hacer compras cuando vio que dos personas con casco le arrojaron un líquido inflamable desde una moto y prendieron un encendedor (denuncia hecha por Tabárez a la Policía). Cara, pecho y cuello con quemaduras (25%).
Natalia, principal sospechosa, ya había reconocido haber retirado el dinero de la cuenta de Tabarez poco a poco durante dos años. Pero lo que agrega su hermana Catalina es que "Yo lo que sé es que ella no robó nada porque eran amantes desde hacía dos años y medio. Lo que sé es que a mi hermana, cuando empezó a salir con el Maestro, él mismo le dio la tarjeta sabiendo los problemas económicos que teníamos."
Al maestro no le quedó otra que blanquear la cuestión. Si bien declaró en su momento que había “cierta atracción” (entre él y Natalia), el último careo de Montevideo dejó en blanco sobre negro que Don Tabarez y Natalia fueron amantes y allí es donde se apoya la versión de la acusada que afirma no haber cometido delito alguno por tener el PIN de la cuenta más dos tarjetas extendidas por el DT.
A su vez, el Maestro (que sigue recibiendo premios del brazo de su esposa) también aclaró que estuvo separado unos meses (entre marzo y septiembre 2010, pleno Mundial), tiempo en el que cupo el affaire con la empleada doméstica.
Allí, vuelto de Sudáfrica, fue cuando Tabarez radicó la denuncia al comprobar la (notable) disminución de la cuenta bancaria.
En primera instancia, Natalia había confesado la extracción de dinero. Pero ahora, cuenta que lo hizo para proteger al Maestro (que la habría apoyado) ya que, supone, fue su mujer (Silvia) quien descubrió el faltante y (el pobre) Oscar se encontró en la encrucijada de blanquear la infidelidad o acusar el robo.
Tabarez finalmente fue por todo: blanqueó la relación amorosa para continuar con la acusación de robo y seguir recibiendo premios del brazo de su (quemada) esposa.
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