09.06.2012 - Con goles de Lionel Messi (´30 y ´34 + ´79) y Federico Fernandez (´72) Argentina venció (4-3) a Brasil (Rómulo ´22, Oscar y Hulk ´71) en New Jersey (amistoso).
Electrizante, cambiante, dramático: show de goles, un partido espectáculo (para el espectador). Un calvario para los entrenadores.
Precipitaciones, desaciertos, desconjugaciones, genialidades, individualismo y desequilibrio. Argentina y Brasil deleitaron al (raro) público de New Jersey mientras se suceden las eliminatorias sudamericanas.
"Si nos hacen 3, les hacemos 4", podría decir Alejandro Sabella (DT). Pero la circunstancia es que, precisamente, Sabella viene apuntando a lo contrario. El técnico argentino dice buscar el equilibrio defensivo a un equipo con explosión de ataque y además agrega que "queremos depender menos de Messi".
Y hoy, si bien amistoso, confirmamos lo dicho ante Ecuador (4-0) por los puntos: Argentina es un equipo desmesuradamente desequilibrado.
Así como de tres cuartos hacia adelante cualquier cosa puede ocurrir, otro tanto sucede en el último tercio del equipo donde ninguno de los hombres seleccionados (Zabaleta, Fernandez, Garay, Rodriguez) alcanza un sustentable nivel de selección y, menos aun, logran una mínima e imprescindible sincronización.
Nada nuevo bajo el sol argentino. Podrá sonreírse sobre los vecinos brasileños pero, puertas adentro, encontramos un equipo en la misma etapa formativa que en tiempos de Maradona (DT) a dos años de entonces.
Una añeja dirigencia argentina (AFA) provoca este tipo de estancamientos casi reproduciendo (de alguna manera) lo que le pasó al país político durante tanto tiempo: la sucesión de direcciones dispares e inconexas que termina en un tránsito sobre una cinta transportadora para quedar siempre en el mismo lugar.
Maradona (sin trabajo suficiente), Batista (sin línea) y ahora Sabella (que no se sabe a qué juega) trataron (y trata) de encauzar un rico y distinguido caudal futbolístico (Messi, Aguero, Di María, Mascherano) sin solución de continuidad que termina, hasta ahora, sin resolución alguna.
El nulo organigrama de mediojuego y la escasa capacidad técnica en la línea defensiva junto a su inseguridad e incongruencia, no pueden producir más que este tipo de partidos cambiantes y vertiginosos cuales perlas de una caja de Pandora (argentina) que pareciera tan inclasificable como indominable tras un espectro llamado Messi.
"Si nos hacen 3, les hacemos 4", podría decir Alejandro Sabella (DT). Pero la circunstancia es que, precisamente, Sabella viene apuntando a lo contrario. El técnico argentino dice buscar el equilibrio defensivo a un equipo con explosión de ataque y además agrega que "queremos depender menos de Messi".
Y hoy, si bien amistoso, confirmamos lo dicho ante Ecuador (4-0) por los puntos: Argentina es un equipo desmesuradamente desequilibrado.
Así como de tres cuartos hacia adelante cualquier cosa puede ocurrir, otro tanto sucede en el último tercio del equipo donde ninguno de los hombres seleccionados (Zabaleta, Fernandez, Garay, Rodriguez) alcanza un sustentable nivel de selección y, menos aun, logran una mínima e imprescindible sincronización.
Nada nuevo bajo el sol argentino. Podrá sonreírse sobre los vecinos brasileños pero, puertas adentro, encontramos un equipo en la misma etapa formativa que en tiempos de Maradona (DT) a dos años de entonces.
Una añeja dirigencia argentina (AFA) provoca este tipo de estancamientos casi reproduciendo (de alguna manera) lo que le pasó al país político durante tanto tiempo: la sucesión de direcciones dispares e inconexas que termina en un tránsito sobre una cinta transportadora para quedar siempre en el mismo lugar.
Maradona (sin trabajo suficiente), Batista (sin línea) y ahora Sabella (que no se sabe a qué juega) trataron (y trata) de encauzar un rico y distinguido caudal futbolístico (Messi, Aguero, Di María, Mascherano) sin solución de continuidad que termina, hasta ahora, sin resolución alguna.
El nulo organigrama de mediojuego y la escasa capacidad técnica en la línea defensiva junto a su inseguridad e incongruencia, no pueden producir más que este tipo de partidos cambiantes y vertiginosos cuales perlas de una caja de Pandora (argentina) que pareciera tan inclasificable como indominable tras un espectro llamado Messi.
Argentina: Sergio Romero; Clemente Rodríguez, Federico Fernández, Ezequiel Garay y Pablo Zabaleta; José Sosa (56′ Pablo Guiñazú), Fernando Gago, Javier Mascherano y Ángel Di María (73′ Sergio Aguero); Lionel Messi y Gonzalo Higuaín (88′ Ezequiel Lavezzi). DT: Alejandro Sabella
Brasil: Rafael Cabral; Rafael (80′ Danilo), Thiago Silva o Bruno Uvini, Juan y Marcelo; Sandro, Romulo y Oscar (59′ Giuliano); Neymar, Hulk y Leandro Damião (67′ Pato). DT: Mano Menezes.
Goles: 22′ Rómulo (B), 31′, 34′ y 85′ Lionel Messi (A), 56′ Oscar (B), 72′ Hulk (B), 75′ Federico Fernández (A).
Expulsado: 91′ Ezequiel Lavezzi (A).Árbitro: Ulises Jair Marrufo (Estados Unidos). Estadio: MetLife, de New Jersey.
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3 comentarios:
Mi nombre es Vinicius soy un residente de un pueblo que se llama Joaçaba y soy brasileño. Tengo una pregunta que usted piensa que Brasil es menor que la de Argentina a pesar de que somos los más grandes campeones del mundo y ganado ya muchas veces que usted?
@ Vinicius: no, no pienso que Brasil es menor a Argentina.
Saludos.
@ David: Con gusto. Agreganos y correspondemos.
Saludos cordiales.
vinicius: ustedes veneran a un pedofilo: pele debuto con un pibe
no hay mucho mas q decir...
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