Echado por arrojar un perro contra el alambrado.

12.06.2013 - No sorprende que, cuando de fútbol se trata, hablemos cada vez menos de fútbol (?) y que palabras y tintas vertidas trasciendan al simple juego de 22 jugadores.

Los (ventilados) entredichos de vestuario, las estadísticas inverosímiles, los partidos sospechosos, la violencia instituida dentro de los clubes, el twitter de los jugadores, las (formales) declaraciones de los entrenadores, la evasión de impuestos, los agentes, el lavado y la organización de los torneos (entre otros ítems) son terreno fértil para llenar los espacios (páginas y pantallas) que la prensa deportiva tiene establecidos diariamente.

Acaso en correlato paralelo (?) los árbitros amplían su horizonte de acción más allá de los jugadores de campo atendiendo a este nuevo fútbol en que juegan mucho más que 22 (?): a la expulsión de Javier Mascherano ayer (Ecuador 1-1 Argentina) por patear a un camillero, le sucede la expulsión de José Jiménez, jugador del Club Bella Vista (Tucumán) que, en su último partido de Liga provincial (vs San Juan) fue expulsado por arrojar a un perro contra el alambrado. Fue su último partido porque, después de la expulsión, la dirigencia del club decidió dejarlo libre.

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