Goles imposibles.

Quienes jugamos al fútbol sabemos que algunas veces podemos hacer goles imposibles.

También sabemos que no habrá fotógrafos ni seremos tapa de revistas, por lo que no ensayamos explicaciones.

Sobre el caso, o para quienes patean centro y la clavan en el ángulo, esta anécdota onírica que Chiche Gelblung cuenta a Juan Morris para Newsweek Argentina (nº130, enero 2009).

“Chiche Gelblung tiene un sueño recurrente: está en una cancha de fútbol y por el aire viene cayendo una pelota perfecta para que él salte de tijera y, en el aire, le pegue de bolea con su pierna derecha. A veces, la pelota entra perfecta en el arco, cerca del ángulo, hundiéndose en la red y entonces el sueño es un sueño feliz y Chiche se despierta radiante, de buen humor, la vida le sonríe. Y otras veces no. La boleo pero me caigo y no llego a ver si es gol o no. Y me despierto caído entre una biblioteca y mi cama. Me pasa hace mucho... Cuando vienen dos caídas seguidas pongo almohadones, como para amortiguar el golpe, pero cuando los pongo no me caigo”.

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