Con gol de Ángel Di María (´81), Real Madrid se impuso (0-1) a Auxerre en el Abbé Deschamps por la segunda jornada de la Champions League 2010/11 (grupo G).
La cuestión era ver cuánto tardaría en marcar, cuánto le duraba el Auxerre a este Madrid de sangre en el ojo y pólvora mojada. Pero apoyado en el espaldarazo mediático de Marca (esposa fiel), Mourinho no varió un ápice la configuración y, de todos modos, salió a jugar sin Pedro León y con tres volantes centrales (Diarrá, Xabi Alonso y Khedira) para poner todo el peso en tres atacantes (Higuaín, Ronaldo y Benzema) que deberían arreglarse para asociarse.
La cuestión era ver cuánto tardaría en marcar, cuánto le duraba el Auxerre a este Madrid de sangre en el ojo y pólvora mojada. Pero apoyado en el espaldarazo mediático de Marca (esposa fiel), Mourinho no varió un ápice la configuración y, de todos modos, salió a jugar sin Pedro León y con tres volantes centrales (Diarrá, Xabi Alonso y Khedira) para poner todo el peso en tres atacantes (Higuaín, Ronaldo y Benzema) que deberían arreglarse para asociarse.
Y así, bajo parámetros calculados, salió el partido. Madrid con posesión de pelota y terreno y Auxerre metiendo filosas contras en los resquicios.
Lo que no estaba en cálculos fueron los 81 minutos que Auxerre, incluso con las (pocas) llegadas más peligrosas, no sólo le duró al Madrid sino que se le plantó sin abandonar la amenaza (hasta el minuto 90).
El partido transcurrió en las puertas del área francesa, donde una línea de 5, 6 o 7 según la ocasión, se plantaba sin pasar demasiados sobresaltos ante un Madrid abanicado cual equipo de handball. Hasta que entró Di María (x Diarra) para por fin encarar y surcar el muro francés.
Nos dirán que fue un acierto o que "Mou vuelve a sorprender" con su acierto. Pero también podría verse como la tardía reparación de un error de planteo inicial de color conservador.
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