6 de agosto de 2012

Londres 2012: Aquellos lejanos e ignotos Juegos Olímpicos


Breves discusiones sobre Del Potro (o Del Pecho, según cómo se mire). “Ahí tienen los que criticaban a Del Potro”, “Grande Del Potro, aguante”, “Merecido”, “Héroe… hazaña”… Discusiones, pero breves. Esto no es fútbol, es sólo tenis...

Se trata de la primera medalla argentina en los Juegos Olímpicos de Londres (2012), una de las tres probables (junto al basquet y al hockey femenino): de bronce.

Hasta acá veníamos aplaudiendo un par de diplomas y algún “histórico sexto puesto”… Pero ¿qué es esto para el país de Maradona, inventor del dulce de leche, la birome, el colectivo y de la avenida más ancha del mundo?

¿Dónde quedan estos lejanos e ignotos juegos donde no hay fútbol (argentino)?


Cuentan que por allí los muelles que delimitan el históricamente marginal East End londinense y los rascacielos de Canary Wharf (segunda 'City' de Londres), a corta distancia del parque olímpico, disparan sus precios de alquiler hasta los € 11.000 diarios y que (en los barcos) se levantan glamorosas fiestas y multiplicadores negocios.

Que, eludiendo paparazis y confundidos con celebrities (Brad Pitt y Angelina Jolie, George Clooney y Stacy Keibler o Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones) andan (entre otros) Paul Allen (cofundador de Microsoft), Roman Abramovich y Frank Lowy.

Que el presupuesto británico explotó en plena e histórica crisis europea y la rentabilidad viene envuelta en nubes tan grises como las espejadas en el Támesis. Que hace unos meses David Cameron anunció la necesidad de duplicar el presupuesto de la fastuosa ceremonia inaugural (de €51 millones a €100 millones): 1.000 millones de personas lo ven por TV!

Que este cambio presupuestario no fue el primero ni el último. Que Londres ganó la candidatura olímpica (2005) y el presupuesto presentado de €3.000 millones fue corregido dos años después (ya al borde de la crisis) a más de €11.000 millones. Que entonces el primer ministro Gordon Brown usó la inversión olímpica para estimular la economía y dibujar balances en 2008 y 2009.

¿De qué se trata este ovni tan lejano que provoca la producción de objetos tan raros como inútiles (pero de diseño)?

Entonces se inventan espacios para que (por ejemplo) Deanna Halsall saque a la venta su “An Uncles Guide to London” (mapa londinense ilustrado de diseño) y Thibaud Heren le compita con su “Writing London”.

O que (el ilustrador) Tom Edwards también aparezca haciendo gala de cierta ironía inglesa y dibuje sobre los Juegos Olímpicos olvidados (serie Forgotten) para mostrar el ingenio lúdico del posgrado de la Universidad de Brighton y vender una edición limitada (y numerada) de bolsas de cocina.


¿Cuántos kilómetros culturales y económicos se suman a los geográficos para determinar la distancia de estos Juegos Olímpicos respecto de Latinoamérica en general y de Argentina en particular?

De esta Argentina que en toda su historia juntó menos medallas olímpicas que Michael Phelps, de esta Argentina donde vuelve el fútbol, se invierte la ecuación económica y donde el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) espera a Del Potro con sus $60.000 por una medalla de bronce.
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