06.08.2011 - Quién vio a los últimos Rolling Stones en vivo pudo verificar el contraste con aquel Jagger de remeras e inaudito histrionismo o aquel (Keith) Richards de facciones adivinadas entre el humo de su cigarrillo. El avance tecnológico puesto al servicio del show nos devuelve una imagen casi onírica de escenarios increíbles y sonido envolvente que vienen a compensar la otoñal inmovilidad de los ídolos sexagenarios.
El crecimiento de las comunicaciones que arrastra al marketing trae estas multiplicaciones que suelen confundir. Y a este "devaluado" Boca, le cae como a los Rolling Stones, en inversión proporcional a su status deportivo.
Fueron los jardines del majestuoso The Grove, a 30 metros de la casa de los condes de Clarendon, golf, spa y campos de entrenamiento de ensueño...
La foto oficial del plantel, la presentación de la nueva camiseta, caminatas por Oxford Street, Bayswater Road, Bond Street, el Hyde Park o paseo en speedy car, Harrod´s, bolsas, perfumes, regalos y hasta Schiavi negando romance con Sandra Bullock
Boca salió de gira por Londres, donde no ganó, recibió 8 goles en 3 partidos y sufrió. Pero eso fue en la cancha... como cuando volvió a Casa Amarilla y perdió (1-4) contra los mismos suplentes.
Así larga Boca este Apertura 2011, firmando autógrafos y repartiendo regalos, aterrizando en su realidad local sin torneos internacionales a la vista y (junto a Rácing y San Lorenzo) con uno de los más comprometidos promedios de descenso.
Este Boca que, como los Rolling Stones, vive hoy a la sombra de su propio nombre...
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