Se suspendió el clásico San Lorenzo – Boca que definía el campeón del Torneo (triangular) de invierno en el Nuevo Gasómetro. "Nos pareció que lo más prudente era suspender el partido para no exponer a las familias y a los hinchas a este tipo de cuestiones. Nos comunicamos con la gente que maneja el operativo de seguridad y creímos que era lo más conveniente", anunció Matías Lammens (presidente de San Lorenzo).
21.07.2013 - Bajo el sol ucraniano, a 13.000 kilómetros de Buenos Aires, Pablo Migliore hubo oído la balacera del Bajo Flores, en las inmediaciones de su último club (San Lorenzo) que dejara dos muertos de Boca (su pertenencia). Los (inconfesables) datos que el arquero trocó por su libertad abren caminos intransitados.
La causa de asociación ilícita que lleva el juez Manuel de Campos, desprendida de la causa por el homicidio de Ernesto Cirino que implicó al arquero como cómplice, suma escuchas telefónicas, encarcela cabecillas y sabe de movimientos.
A partir del homicidio, el juez gestionó la encarcelación de los jefes máximos de la 12: el número 1, Mauro Martín, detenido en Devoto, y el número 2, Maximiliano Mazzaro, el “amigo” de Migliore que está preso en el mismo penal de Ezeiza que dejara el arquero.
El descabezamiento de la 12 oficial hubo sido leído como oportuno momento de debilidad por la facción de Lomas de Zamora liderada por Rafael Di Zeo (ex jefe de la 12 y ex convicto) que llegó demasiado temprano a la cita.
Estaba anunciado que hoy a partir de las 15 horas se pondría a la venta un remanente de entradas en el Nuevo Gasómetro para hinchas de Boca en las boleterías de la Avenida Varela ($60 populares y $120 plateas). La propuesta de acampar desde anoche para asegurarse los tickets no terminó de cuajar. La barra de Lomas llegó (armada) a horas del mediodía a un partido que empezaría después de las 18 hs.
El (inevitable) cruce se produjo a las 14.30 entre las calles Ana María Janer y Lafuente, a metros del ingreso de la hinchada visitante al estadio de San Lorenzo. La facción de la 12 (oficial) que ahora quedó al mando del número 3, Cristian Debaux, iba (armada) por la Avenida Lafuente. La barra disidente se encontraba en la calle Mariano Acosta y el (primer) choque se dio sobre la calle Janes.
Testigos contaron entre 80 y 100 disparos y Alberto Crescenti (titular del SAME) confirmó dos muertes: Marcelo Carnevale (35) disparado en el tórax y Angel Díaz, alias “Feco” (44) que falleció en el hospital Santojanni a causa de de una bala que ingresó por la zona dorsal y salió por la abdominal. El resto de los heridos fue distribuido entre los hospitales Santojanni, Piñero, Penna y Argerich.
Carnevale y Díaz son los muertos 272 y 273 del fútbol argentino que engrosan la lista a 40 días de la muerte de Javier Jerez (Lanús) en La Plata. Desde entonces (10 de junio 2013) se dispuso la veda del público visitante en los estadios y este triangular de Invierno, luego del receso, aparecía como prueba piloto de normalización.
Versiones periodísticas hablan sobre la previa información del choque que la policía no atendió. Ya en el partido anterior (Estudiantes 1 Boca 2) la 12 "oficial" rompió autos en los alrededores del Estadio Único y evitó que el grupo disidente de Lomas de Zamora compre entradas para ingresar al encuentro.
Digamos que el fútbol no merece la muerte. Y también que, por (lamentable) omisión, la zona liberada puede funcionar como depuración.
Los muchachos que alientan a sueldo saben a que se exponen. La herida, la cárcel y la muerte aparecen en sus horizontes como los premios, los privilegios y el dinero. La balacera de Parque Lezama (2009), las dos balas que le entraron a William Laluz Fernández (el uruguayo Richard) en la puerta de Cocodrilo (2011) o la bala en el abdomen de Mauro Martín (2012) son algunos mosaicos conocidos por todos.
Acaso la policía hubiera estado ocupada haciendo la guardia ordinaria de la ciudad de Buenos Aires.
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