30.01.2012 - De un principio poco auspicioso, la jornada de Al Wasl terminó en el baúl de las olvidables. Diego Maradona sacó a la cancha un equipo alternativo (plagado de juveniles) sosteniendo su postura de que la situación en el grupo de Copa (Emirates) era prácticamente irremontable; argumentación débil si se tiene en cuenta que, entonces, los 9 puntos de Al Wasl lo ubicaban sólo a uno de Al Ain (10), equipo que se clasificaba en segundo lugar.
Dubai, que sólo ganó 1 partido en la temporada (a Al Wasl) y pena en puestos de descenso, supo golear (3-0) a los amarillos de Diego ante los 800 espectadores que llegaron al estadio (Al Nasr).
El partido, anodino de principio a casi fin, se abrió faltando 15 minutos: la defensa de Al Wasl marcó mal un córner, los centrales no saltaron, el arquero no salió y Mohammed (Dubai) se encontró con un gol impensado: 0-1.
Cinco minutos después (´80), un tiro lejano, esquinado y débil (Feindouno) se le cuela a Rashid (0-2) y dos minutos después (´82), cuando Dubai metió el tercero, se rezó por la no goleada.
Diego titularizó a Juan Mercier e hizo debutar a Tariq Ahmed, flaquito, cansino y pisador que mostró alguna condición. Nada suficiente. La derrota de Al Wasl (tercera al hilo) con el pobre Dubai resuena en el cántaro de Al Wasl.
Sin temple ni diplomacia, Diego giró el eje apenas terminado el partido y apuntó a Marwan (presidente del club) : "Me prometieron seis refuerzos y me trajeron sólo dos.”
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1 comentario:
Que buen articulo, tienes toda la razón!!
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